Amy LaVere, la nueva reina de Memphis

En 2011 Amy LaVere fue elegida como la mejor voz de Memphis. “No estoy segura de que eso sea cierto”, asegura LaVere desde su casa de Tennessee. “Hay muchas cantantes mejores que yo en Memphis, pero he tocado mucho y trabajado muy duro y creo que el premio es un reconocimiento a mi trabajo, a lo prolífica que soy y a lo mucho que actuó, pero es un halago y estoy agradecida”, añade.

El viaje de LaVere a la cima ha sido largo, largo e intenso. Repleto de batallas y combates a cara de perro hasta hacerse un hueco en su profesión y su ciudad. LaVere nació en un pueblo de Luisiana y comenzó un largo deambular por EEUU. “Terminé el instituto al norte de Detroit y ya llevo 16 años en Memphis así que lo consideró mi hogar, llevo más años aquí que en ningún otro sitio”, explica la cantante. En 2006, tras muchas vueltas, debutó en la música con ‘This World Is Not My Home’, un disco que recibió el aplauso de la crítica y que presentó las dotes vocales de esta chica menuda y alegre. Amy se asentó en Memphis y comenzó a hacerse un hueco en la ciudad en la que nació el rock. “Memphis es una ciudad tranquila en el que las cosas se mueven despacio y eso encaja bien con la creatividad de la gente. Es un lugar muy libre para crear música y a mí me encanta”, asegura la cantante.

En Memphis, LaVere conoció a las personas que han terminado marcando su carrera. Uno de ellos fue Jim Dickinson, cantante histórico de la ciudad que apadrinó a Amy encargándose de producir sus siguientes discos. “Es una persona que me ha ayudado mucho en la vida”, afirma LaVere. No es el único. Seasick Steve también se cruzó en el camino de la cantante. “Tuve la suerte de tocar con él en una gira y fue genial. Me encantan sus historias de cuando era vagabundo. Yo me fui de casa siendo adolescente y pienso mucho en cómo hubiera sido todo de haberme quedado”, asegura la cantante.

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En 2011, ya asentada en la ciudad, editó ‘Stranger me’, el disco que catapultó su carrera colocándola como una de las cantantes más importantes del país. “Ese disco cambió todo”, afirma LaVere. Llegados a este punto, Amy empezó a tocar con rabia, en todos los sitios, con todos los amigos. “Me empezaron a salir muchos proyectos interesantes”, recuerda. En 2012 participó en The Wandering, una súper banda con mujeres como Valerie June o Shannon McNally. “Son chicas con mucho talento y el disco que hicimos me gustó mucho”. Aunque el proyecto que más destaca es el que la unió a John Paul Keith, uno de los grandes talentos de Memphis. Juntos formaron Motel Mirrows y editaron un álbum homónimo totalmente adictivo. “Fue muy divertido hacer ese disco. John Paul es uno de mis mejores amigos. Nos lo pasamos muy bien juntos, es un tipo muy divertido y trabajamos muy bien los dos. Ese proyecto es uno de mis favoritos”. El éxito de esa aventura tiene continuidad y ambos músicos ya preparan una nueva entrega.

Tras esos dos años de aventuras con amigos, LaVere regresó a la soledad del estudio para grabar ‘Runaway's Diary’, su consolidación definitiva, y este mismo año ha publicado ‘Hallelujah I'm a dreamer’, su última entrega. También se ha ido haciendo un hueco en el cine. En 2005 participó en el biopic de Johnny Cash interpretando a toda una leyenda, a Wanda Jackson. “Fue alucinante. Solo estuve en el set de rodaje dos días y fue increíble. Mi escena era una pasada, estábamos en un auditorio inmenso lleno de niños y había cientos de personas vestidas con ropas de los años cincuenta. Fue muy surreal, era el viejo auditorio del colegio en el que estudió Elvis Presley y no ha cambiado mucho desde los 50 y pareció todo muy auténtico. Aunque lo mejor de todo aquello fue poder conocer a Wanda y tocar con ella en algunos conciertos. Es una mujer adorable y fue una gran experiencia, todo un honor porque soy una gran fan”. Desde entonces, LaVere ha seguido participando en distintos proyectos aunque su éxito como cantante ha ido cerrando las puertas al cine. “Me encanta el cine, pero trabajo mucho y cada vez tengo menos tiempo. Ahora estoy centrada en la música y no le doy más vueltas a las cosas”, señala.

En el horizonte hay más proyectos, más aventuras. Hay metas y hay obstáculos, pero no importa. Cuando era niña, la madre de Amy la definió de un modo que explica a la perfección el coraje y la forma de ser de esta mujer. “Si dejas a Amy desnuda y con un dólar en medio de Nueva York saldrá de la ciudad vestida y con un billete de cien”. Una gran definición para una chica que llegó a Memphis con una mano delante y otra detrás y que no paró hasta convertirse en la reina de la ciudad, aunque le quite importancia. Aunque lo niegue.