Un Winnipeg para los sirios
La opinión de Pepa Bueno: 'Un Winnibeg para los sirios'
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Madrid
"Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego"
Así es como la guerra rompe la vida de las personas. Así es como describía Pablo Neruda el comienzo de la guerra civil en España en el año 1936. Para quien las sufre, todas las guerras se parecen.
"y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.
Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!"
El mismo horror que estos días vemos en las caras de quienes huyen de Siria, Afganistán o Iraq, el espanto de los que han visto demasiada sangre de niños correr como sangre de niños.
Neruda encabezó una misión humanitaria que sacó de la hecatombe a miles de españoles con destino a su país, Chile. Lo hizo a bordo de un barco llamado Winnipeg. Esta semana se cumplen 76 años de su llegada a la costa chilena, cargado de dolor y de esperanza. Lo mismo hizo México, con el presidente Lázaro Cárdenas a la cabeza. 25.000 españoles se calcula que fueron a México.
¿Dónde están hoy los Winnipeg para los sirios?
¿Cuánto hemos desaprendido en estos 70 años?
En vez de barcos salvadores, los que huyen de Siria encuentran a piratas dispuestos a explotarlos y cuando se libran de ellos alambradas, guardias, debates interminables sobre fronteras, frío y miedo, más miedo.
Llevamos semanas, incluso meses, escuchando la complejidad de la situación. Ah sí la complejidad, todo es siempre tan complejo que permite esconder la falta de vergüenza. La Unión Europea anuncia una cumbre urgente para dentro de 15 días. En fin, que mientras tanto, hoy han muerto, que nos conste, otras 37 personas más en el mar entre Libia e Italia, y sabemos también que la furgoneta con 26 refugiados a punto de morir de asfixia dentro, tenía matricula española.