Maddy cumple su sueño
La joven australiana Madeline Stuart se convierte en la primera modelo adulta con síndrome de Down que consigue desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York.
La modelo australiana Madeline Stuart, que tiene síndrome de Down, durante el desfile de FTL Moda en la Semana de la Moda de Nueva York. / JASON SZENES (EFE)
Madrid
“Mamá, yo, modelo”. Estas tres palabras, pronunciadas hace poco más de año por Madeline Stuart, sirvieron para cambiar su vida. Primera hazaña conseguida, teniendo en cuenta que apenas puede hablar. Es un ejemplo más del espíritu de superación que invade todo lo que rodea a esta joven australiana, pelirroja y con ojos azules, nacida en Brisbane hace 18 años con síndrome de Down.
Conocida popularmente como Maddy, no solo tiene limitada su capacidad de expresión oral sino que además sufre una pequeña dolencia cardiaca, pero se ha superado a sí misma. Completamente decidida a subirse a una pasarela de moda y ser portada de revista, ha perdido 20 kilos practicando gimnasia, natación y baloncesto. Además, el pasado verano participó en los Special Olympics celebrados en Los Ángeles como miembro del equipo de cricket de su país. Y todo sin abandonar los estudios.
Retrato favorito de Maddy / FACEBOOK
Retrato favorito de Maddy / FACEBOOK
En el último año, la carrera de Maddy ha sido meteórica tras conquistar el corazón de cientos de miles de personas gracias a su intensa actividad en las redes sociales, principalmente Facebook e Instagram. La joven modelo ya ha trabajado para las marcas Living Dead y Manifesta. Actualmente es la imagen de EverMaya, firma que confecciona bolsos con motivos Mayas y dedica un 5% de sus ventas a los afectados con síndrome de Down, así como de la empresa de cosméticos Glossigirl.
Su madre Rosanne ha asumido las labores de representante y primera fan. No es para menos. Nunca antes nadie con su mismo trastorno genético había llegado tan lejos. Es un ejemplo de superación y todo un símbolo de inclusión social. El tesón de Madeline Stuart está sirviendo para derribar prejuicios contra la gente con necesidades especiales en el negocio de la alta costura y cambiar la imagen de los discapacitados en un mundo marcado por estrictos códigos de belleza.
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