La biblioteca errante
El legado andalusí más importante fuera de las fronteras de nuestro país
Madrid
“La ciudad había caído en manos de los islamistas radicales. Yo me encontraba con un amigo enfrente de la Biblioteca Andalusí cuando unos integristas nos preguntaron qué clase de papeles había allí. Más tarde volvieron para cerciorarse de que no había nada tal y como les habíamos dicho. Aquello me pudo costar la vida”. Así comienza la charla que hemos tenido con Ismael Diadié, historiador y filósofo, en A vivir que son dos días.
ENTREVISTA: ISMAEL DIADIÉ (19.09.2015)
24:19
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Diadié (Tombuctú, Mali, 1957) es el guardián del Fondo Kati, el legado documental andalusí más importante fuera de España, una biblioteca que atesora miles de manuscritos musulmanes, judíos y cristianos. Todo empezó en 1467 cuando el noble musulmán Alí Ben Ziryab al Kuti, originario de Toledo, abandonó la ciudad rumbo a Tombuctú y en su huida se llevó una cuidada selección de documentos de su biblioteca particular. Durante siglos este legado permaneció a salvo disperso y oculto en baúles -o cualquier otro escondite- en manos de distintas familias del clan Kati. Cinco siglos después Diadié y su padre, al saberse descendientes de al Kuti, recorrieron aldea por aldea para rescatarlos y salvarlos. El fondo lo componen actualmente 12.714 manuscritos que han vivido numerosas aventuras para escapar del extremismo religioso y la violencia: “No puedo revelar donde se encuentran muchos de ellos por razones de seguridad. Desvelarlo pondría en peligro su existencia. Tenemos siglos de experiencia escondiendo esta biblioteca de todo tipo de fanatismos. El hombre es el peor animal que existe, capaz de destruir cualquier cosa que atente contra su verdad o vaya contra sus creencias”.
Nuestro invitado tuvo que abandonar definitivamente su país en abril de 2012, tras la caída de Tombuctú en manos yihadistas, dejando allí miles de manuscritos pero ha conseguido traer a España muchos de ellos para su estudio y digitalización. Dicho proyecto de digitalización cuenta con la colaboración, entre otros, de DKV Seguros. A dos años del 550 aniversario de la salida del Fondo Kati de Toledo Diadié afirma que “no se quedará aquí porque la base principal sigue siendo Tombuctú”.
Este guardián del legado andalusí es además experto en cooperación internacional y también hemos charlado con él sobre ayuda al desarrollo: “Si las relaciones entre África y Europa no cambian, viviremos una cruel invasión de países del sur. No podemos dinamitar las posibilidades de desarrollo del continente africano y luego cerrar nuestras fronteras”. África tiene un problema endémico: “El 90% de la población vive en la pobreza por culpa de las multinacionales. Ahora, ayudarnos es un deber de todos los que nos han colonizado”.
Ismael Diadié es un emigrante que, como muchos, se siente un apátrida: “Aunque no tengo donde caerme muerto el Fondo Kati es mi matria, es mis raíces”.