“El sabor de los espaguetis con tomate me lleva a mi infancia”

Madrid

Audrey Hepburn fue uno de los mayores iconos de la época dorada de Holliwood, una leyenda que ha hecho imprescindibles películas como Desayuno con diamantes, Vacaciones en Roma o My fair lady. De la actriz conocemos su dulzura, su talento y su solidaridad como embajadora de Buena Voluntad de Unicef y ahora, gracias a su hijo Luca Dotti, descubrimos una nueva faceta como es su amor por la cocina y por la comida. Y es que, algo tan simple como el chocolate o los espaguetis con salsa de tomate casera eran dos de las debilidades de Audrey.

La idea surge cuando uno de los hijos de la actriz, Luca Dotti, encuentra un cuaderno lleno de polvo con anotaciones y recetas escritas por su madre. “Las recetas eran bastante viejas y complicadas, pero alrededor de eso se construyó toda la historia”, dice Dotti en Hoy por Hoy con Macarena Berlín. “Quería hacer paz entre la mamá que yo conocía en casa y la Audrey que se conocía fuera, que al final me he dado cuenta que era la misma”, confiesa. “La Audrey pública todavía la estoy descubriendo. Lo que me motivó para hacer este libro era demostrar que mi mamá nunca cambió con su carrera profesional, siempre guardó esa alma de niña”, aclara.

Un alma marcada por el sufrimiento de la II Guerra Mundial. Aunque muchos creen que es estadounidense, Audrey nació en Bruselas y se crió entre Holanda e Inglaterra, y padeció el final de la invasión nazi. De ahí la importancia que le daba a todo lo referente a la comida. “Para mi madre era fundamental hacer la compra, la gente que vende los alimentos y dar de comer a todo el mundo”, apunta Dotti.

Aunque siempre mantuvo su figura Audrey era una gran comilona que no perdonaba nunca un buen desayuno. Siempre desayunaba dos huevos duros, una tostada de pan integral y tres o cuatro tazas de café con leche. También adoraba las magdalenas con mermelada de cerezas y jalea de membrillo. “Siempre fue delgada porque pasó mucha hambre durante gran parte de su adolescencia por la guerra”, explica su hijo.

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Penne al vodka, tarta de chocolate, lubina al estilo turco, hígado a la veneciana y multitud de recetas más podemos encontrar en este álbum ilustrado con más de 250 fotografías inéditas de ámbito familiar que son un reflejo de la vida de la actriz y que están ubicadas en un contexto específico de su vida.

Otro de los secretos revelados en el libro es la conexión que tuvo Audrey con España, con algunas reseñas hacia nuestro país como un apartamento en Marbella o cuando pasaron un verano en Pamplona para rodar Robin y Marian tras ocho años alejada del cine. Pero la marca española con la que se queda esta familia es con el gazpacho andaluz y la tortilla de patatas, dos platos que les cocinaba Engracia, su ama de llaves toledana.

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Pero si algo tiene que elegir el hijo de la artista en recuerdo de su madre son los simples espaguetis con salsa de tomate, cuyo sabor le devuelve a su infancia. A Audrey le encantaban y, de hecho, la imagen de portada del libro es la actriz sirviendo un plato de una fuente enorme con esta pasta en una reunión de amigos. "La comía en casa y la pedía en los restaurantes, un poco avergonzada cuando le presentaban una carta con menús muy elaborados", asegura Dotti en el texto.

Y era en estas reuniones familiares y de amigos donde Audrey se sentía más afortunada. Tras su decisión de alejarse definitivamente de la gran pantalla, la actriz dedicó su tiempo a los suyos, algo que ella misma confesaba: “Algunos piensan que dejar mi carrera fue un gran sacrificio que hice por mi familia, pero no fue así en absoluto. Era lo que quería hacer”.

Tras una vida intensa, la vida de la actriz se apagó un 20 de enero de 1993, después de pasar la Navidad con sus seres queridos en su adorada casa en La Paisible (Suiza).