Es la educación, estúpidos

En la guerra electoral hay muchas batallas. Un buen número de ellas se libran en el campo de la imagen, tan determinante en sociedades que viven pendientes de las pantallas. O directamente dentro de las pantallas, gracias a Internet. Es el mundo en el que vivimos y con sus reglas hay que contar sí o sí. Pero al final, nuestro futuro no dependerá de que un político resulte más o menos original y ocurrente en la tele, ni de fichajes de campanillas, ni de vídeos más o menos acertados, de eso quizá dependa la suerte de los partidos y de sus políticos, punto arriba, punto abajo.

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Pero nuestra suerte, nuestro futuro estará en manos de las ideas, como siempre, en manos de quienes planteen, y sobre todo cumplan, soluciones a los grandes problemas que atascan el progreso de España. Quedan 9 semanas, dos meses y un día para votar, y ha llegado el tiempo de que los partidos nos cuenten muy clarito, y con memoria económica, qué planean hacer para estimular el empleo, qué tipo de empleo y para quiénes, cómo vamos a contribuir a detener el deterioro del planeta, cómo van a mejorar la Educación, fortalecer la Ciencia, dignificar las Humanidades y favorecer la innovación, cómo proteger a lo arrollados por la crisis y cómo hacer todo esto ateniéndose a las reglas generales que marca Bruselas y no Madrid.

Hoy la SER les adelanta que el PSOE plantea, si gana las elecciones, hacer obligatoria la Educación hasta los 18 años. Y además, pretende garantizarla por ley -y gratis- desde los cero años. Enseguida les contamos lo que sabemos, de momento. Puede ser una medida muy transformadora, que los socialistas tienen que explicar ahora en detalle y sobre todo contar cómo la van a pagar. Porque la principal novedad que van a dejarnos estas elecciones es una sociedad harta de promesas incumplidas que seguirá con lupa el rastro de las que se hagan en campaña.