Gabriela Ybarra: “Debemos aprender a morir a lo largo de la vida”

Barcelona

"Este libro me ha ayudado a contar lo que me ocurrió, tras muchos años acostumbrada a callármelo todo". Gabriela Ybarra no pudo contar durante años a nadie que su padre llevaba escolta, ni tampoco dónde pasaría las vacaciones. Un comando de ETA asesinó a su abuelo Javier Ybarra en 1977  y la amenaza terrorista marcó su infancia y juventud. La muerte prematura de la madre de Gabriela, por culpa de un cáncer de colón,  "resucitó" la muerte de su abuelo paterno. Así  nace la novela "El comensal"; una pérdida individual, que se transforma, según Juan José Millás "en la metáfora de todas las pérdidas de los lectores".

"Tengo cáncer, pero no es nada". Con esta sencillez  la madre de Gabriela anunció la enfermedad a su hija.  Aceptó la situación, ha contado la autora: "parecía como si mi madre hubiera aprendido a morirse cada día". Gabriela, ha llegado a la radio con el abrigo de su madre de la que ha heredado su sonrisa: "mi abuela, mi madre y yo nos reíamos igual".