Incoherencias inexplicables e inquietantes

Madrid

El pleno del Tribunal Constitucional debate esta mañana los primeros recursos presentados por la oposición catalana contra la resolución que pretende la independencia de España. Todas las opciones sobre su decisión están abiertas, desde la no admisión a trámite de los recursos de Ciudadanos, PP y PSC a la mera admisión a trámite, que no tiene mayores consecuencias hasta que decidan suspender el pleno del Parlament de manera preventiva, aunque esta es una medida que nunca se ha tomado hasta hoy.

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Desde Cataluña, los soberanistas ya han reaccionado preventivamente advirtiendo de que desobedecerían esa hipotética prohibición. En fin, se ha inaugurado la larga secuencia de recursos, por un lado, y de resoluciones judiciales, por otro, que nos esperan.

Y a la espera de esa decisión, un dato y una reflexión sobre el segundo fraude detectado en coches de Volkswagen. Esta madrugada, la compañía ha confirmado que en España unos 50.000 coches estarían emitiendo a la atmósfera más CO2, más dióxido de carbono, del permitido. En todo el mundo, de momento, 800.000.

Y una reflexión. Volkswagen califica de “incoherencias inexplicables” este segundo fraude. Desde luego resulta, más que inexplicable, inquietante que los sectores más mimados por el dinero público (como la banca, las finanzas o la industria del automóvil, estratégicos, nos decían, para que funcione la economía, quizá por el chantaje permanente de llevarse los puestos de trabajo a otro sitio), esos sectores tan protegidos en los últimos años con subvenciones o rescates, hayan vivido semejante descontrol.