La vida sigue en París
Francia eleva el número de muertos de los atentados del viernes a 128 y el de heridos a 237
Fotografía que muestra los ramos de flores que han dejado los ciudadanos parisinos por las calles de la capital, en recuerdo de las víctimas que fallecieron el viernes en los atentados perpetrados en Francia. / Victoria García
París
Desde la terraza del restaurante petit Camboya, donde iniciaron su macabro recorrido los terroristas, un cordón policial separa este lugar de medio centenar de curiosos y periodistas que caminan como una procesión desde un lugar a otro.
El metro ya funcionando excepto las cuatro estaciones donde se produjeron los atentados y París como un sábado más. Los bistrós y sus terrazas con gente de tertulia... Lo que hablan tiene mucho que ver con los porqués. En un centro de natación infantil cercano a la plaza de la República en pleno centro de París, un sociólogo y una psicóloga asesoraban a las madres cómo contarles a sus hijos lo que había pasado. Por que hay gente que tiene tanto odio que matan a seres humanos y mueren en el intento. Lo malo del fanatismo.
Un poco más abajo, cerca ya de la sala de fiesta Bataclán donde se produjo el mayor número de víctimas, una fachada roja que recuerda a un music hall, no asoma por ningún lugar el dolor que se vivió allí el viernes.
Este sábado por la mañana uno de los integrantes de la banda americana Eagles of Death Metal se acercó hasta aquí. Lo reconocieron los medios de comunicación a quienes dijo que había sido la peor pesadilla hecha realidad aunque ellos fueron evacuados rápidamente, perdieron a uno de sus productores que ahora se recupera en el hospital. Tenían mucha ilusión por este concierto en París y ahora será por lo que serán recordados.
Calle abajo por el Boulevard Voltaire con el nombre del que fuera símbolo de la Ilustración Francesa y la República los cafetines y las bagueteries están llenas de gente. Esa que los sábados se dedican a la charla y a estar con los amigos en esta ciudad que este sábado está triste, gris, plomiza, lluviosa, como el estado de ánimo de los franceses.
Valerie y su novio han dejado tres ramos de flores ante las vallas que separan los lugares masacrados de los cordones policiales. Yo soy persona. Yo soy humano. Se puede leer en algunas de las cartulinas que acompañan a los arreglos florales que recuerdan.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...
