“Con la música nunca he estado sola”

Madrid

Maribel Quiñones nació el 21 de marzo de 1954 en Huelva y Martirio el 8 de marzo de 1984 cuando, después de haber formado parte del grupo Jarcha en los años 70 y de hacerle los coros a Kiko Veneno, decidió ponerse una peineta y unas gafas de sol y cantó sus primeras y particulares coplas. “Salió un personaje con mucha tradición y mucha vanguardia, pero sobre todo con mucha libertad, que es mi gran tesoro”, dice la cantante en Hoy por Hoy con Gemma Nierga. Martirio no se olvida de sus comienzos y ahora, 30 años después, recopila sus grandes éxitos en el disco ‘Treinta años de Martirio’.

Además de su llamativa estética, la artista ha marcado la historia de la música y el espectáculo por su música, pues a la copla, las sevillanas o los boleros le añade rock, jazz e, incluso, rap. Martirio recuerda que quien la empujó y animó a coger este camino fue Kiko Veneno. “Kiko fue el primero que vio a Martirio dentro de Maribel, antes de que yo la viera”, asegura.

Martirio, que se considera una mujer luchadora y rompedora, siempre ha estado rodeada por los más grandes. Es el caso de Compay Segundo, del que ha aprendido a muchas cosas, como no cesar hasta conseguir aquello que deseas. “Compay me enseñó que se puede ser muy joven con 90 años, que lo que hay que tener es la candela encendida, la ilusión puesta y una gran vocación”, dice.

Ampliar

Y la cantante ha seguido esos pasos y consejos y no ha abandonado nunca su gran pasión que es la música, pues confiesa que con ella nunca se ha sentido sola.

Martirio acaba de terminar su gira dedicada a su gran admirada Chavela Vargas, para la que solo tiene palabras de admiración: “Qué fuerte, qué valentía, qué mujer más maravillosa”. Durante estos conciertos ha estado acompañada por su hijo y productor Raúl Rodríguez, del que se siente verdaderamente orgullosa. “Tiene un criterio, una pasión y un enamoramiento que, conjugado con su cabeza de antropólogo, es un regalo de la vida”, añade.

La peineta hoy la ha dejado en casa pero las gafas de sol siguen identificando a la artista que adora a su personaje, al que respeta, sobre todo, por la libertad y la privacidad que le otorga: “Es muy hermoso tener un personaje para poder ser persona, tener los pies en el suelo y no perder la cabeza”.