El golpe sobre la mesa de Adele
La cantante inglesa regresa a lo grande con ‘25’, su primer álbum desde 2011
La primera vez que Adele cantó a su madre 'Someone like you', la señora lloró. Era una versión cruda solamente acompañada por una guitarra, una canción recién terminada que la cantante necesitaba compartir al llegar a casa tras un largo viaje desde EEUU. Aquella señora, madre soltera y trabajadora, miró a su hija y dijo algo que la cantante inglesa todavía recuerda. “Eres una cirujana, tienes la capacidad de curar los corazones de la gente”, balbuceó la madre de la compositora. En realidad era el corazón de su hija el que necesitaba atención, el que había sido dañado, pero millones de personas encontraron, como su madre, un enorme consuelo en las letras de aquel enorme éxito que fue ‘21’, su álbum de 2011.
Aquel disco, triste e intenso, consagró a Adele como la artista más importante del siglo XXI, pero también fue un punto de inflexión en la vida de esta chica de barrio obrero espontánea y mal hablada. Tras recoger todos los premios posibles y vender millones de discos, Adele se apartó de los focos y del público. Poco dada a las giras intensas, la cantante se quedó embarazada y decidió tomarse un respiro. “No tenía ninguna prisa por volver”, confesó la cantante en una entrevista reciente. A pesar de ello hubo un tímido intento de grabar en 2013, cuando llegó a entrar al estudio, pero aquellas canciones no terminaron de convencerla.
Cuatro años después de su último trabajo y tres desde su última canción -el oscarizado tema de ‘Skyfall’-, Adele regresa a las tiendas para celebrar sus 25 años de vida. Lo hace con otro álbum titulado con su edad que refleja el paso del tiempo y los cambios en su vida. “Era muy consciente de que no quería hacer otro disco como ‘21’. No iba a escribir un disco de ruptura porque ya no tengo el corazón roto y no creo que pueda hacerlo mejor así que no tenía sentido”, ha explicado la cantante en una de sus escasas apariciones públicas. Esta reflexión remite a aquel aviso con el que se despidió en 2012. “Espero que si un día escribo un disco feliz la gente no diga que prefería mi música cuando era miserable”, señaló entonces. Ese día ha llegado, Adele es una mujer feliz que vive con pasión la música y ese es el fondo de su nueva entrega, un álbum en el que la cantante reflexiona sobre lo que supone crecer, madurar y en el que descubre el peso de la nostalgia en nuestras vidas.
Adele ha dejado atrás el dolor que marcó su anterior entrega y se presenta ahora como una nueva cantante, una muy diferente a la que debutó en 2008 con ‘19’. "Mi último disco fue un álbum de ruptura y si tuviera que etiquetar éste lo haría como un disco de creación. Me estoy creando a mí misma”, confiesa Adele en la nota que acompaña el lanzamiento de ‘25’. Aunque ‘Hello’ remita a los clásicos de Adele y su voz retumba con la fuerza de ‘Rolling in the deep’, la nueva entrega de la inglesa tiene otros tintes, otros matices. Mantiene la intensidad y la pasión, como se exhibe en ‘I miss you’, la capacidad de conmover que muestra en ‘When we were young’ o las ganas de dejar atrás el pasado de la alegre ‘Send My Love (To Your New Lover)’, una de las composiciones más pegadizas del disco junto con la genial 'Water under the bridge’, una de esas canciones señaladas que figurarán entre las favoritas de Adele.
Cerrar aquel doloroso pasado ha requerido su tiempo. La cantante, alumna del prestigioso BRIT School -la academia donde también estudiaron Amy Winehouse, The Kooks o Leona Lewis- concedió a ‘21’ todo el recorrido posible y la presión por volver a grabar fue creciendo. La nueva entrega de Adele tiene metas muy altas, solo igualar el éxito de su anterior trabajo supondría un enorme triunfo. Pero ‘25’ tiene mimbres sobre los que sostenerse, un sonido potente, un piano hipnótico y la desgarradora voz de Adele, un torrente infinito que rompe en ‘Remedy’, ‘Love in the dark’ o ‘River Lea’. Aunque el tono sea distinto y el sonido se aleje del soul y el folk, la esencia y el don de Adele siguen presentes, sigue siendo el tipo de artista a los que acuden los melancólicos, los abandonados, aquellos cuyas cicatrices emocionales todavía sangran. Pero el tiempo pasa y las heridas curan, para todos. Esa idea se refleja en ‘Million years ago’, una composición modesta que estuvo cerca de quedarse fuera del disco y que es una de las mejores y más tiernas composiciones de ‘25’.
Los once cortes del nuevo trabajo de Adele tienen energía y la fuerza necesaria para cumplir con las expectativas, para satisfacer a los que han esperado cuatro años para escuchar las nuevas canciones de la inglesa. Para todos esos enfermos que han esperado ansiosos el regreso de la cirujana, de esa misteriosa chica de barrio capaz de desaparecer durante años pero que cuando regresa lo hace a lo grande, dando un golpe sobre la mesa.
- ADELE, EN DATOS