El hermano de Salah Abdeslam prefiere verlo en la cárcel que en el cementerio
Mohamed Abdeslam quiere que el presunto terrorista huido dé respuestas, "no solo a la familia, sino también a la gente y a los allegados de las víctimas"
Mohamed Abdeslam, hermano de Salah Abdeslam, en busca y captura internacional por su presunta implicación en los ataques de París, volvió hoy a pedirle que se entregue a la Policía, y subrayó que prefiere "verle en la cárcel a verle en el cementerio". En una entrevista con la cadena pública francófona RTBF, Mohamed Abdeslam aseguró también que no se dio cuenta de la radicalización de Salah, ni de su otro hermano, Ibrahim, uno de los supuestos terroristas que se inmolaron en los atentados de París.
"Hace seis meses vi un cambio en sus comportamientos. Pero el hecho de vivir de manera más sana, de rezar, de no beber ya alcohol, de ir a la mezquita de vez en cuando, no es directamente una señal de radicalización. No tenían un discurso que hiciera pensar en una radicalización", indicó.
Mohamed está convencido de que más que radicalizados, sus hermanos fueron "manipulados", y confió en que en el último momento su hermano Salah cambiara de opinión en París y no participara en los ataques. "Salah es muy inteligente. En el último minuto ha decidido deshacer el camino. Ha visto algo que no correspondía a lo que esperaba y ha retrocedido. Recuerdo que en estos momentos no sabemos si realmente ha matado, si estaba en el lugar", apuntó.
Por ello, le ha reiterado su petición de que se entregue a las autoridades, "para que pueda darnos respuestas, no solo a la familia, sino también a la gente y a los allegados de las víctimas". "Preferimos verle en la cárcel que en un cementerio", subrayó.
Explicó además que vio a sus dos hermanos dos o tres días antes de su marcha a París y que "no había ninguna señal" de que se prepararan para participar en un ataque. "No ha habido adiós, ni hasta luego. Yo estaba unido a mis hermanos, formaban parte de mi vida, teníamos conversaciones banales", aseguró.
En la noche del miércoles al jueves no fueron a dormir a casa, algo que consideró que no era "nada alarmante, ocurría con regularidad, son jóvenes. Yo no me preocupé. Al volver del trabajo, mi madre me dijo que se habían ido de viaje, a esquiar". También sostiene que no estaba al corriente de que Salah estaba siendo seguido por la seguridad del Estado ni de que Ibrahim había intentado viajar a Siria.