Valores sin fronteras

Barcelona

Ahora que la barbarie, las armas y el miedo amenazan con colonizarnos hasta el tuétano, ¿qué les parece si exhibimos un poco de musculatura civil? Porque además creo que la tenemos, y que uno de los ejemplos más rotundos –y más saludables- lo constituyen las ONG; esas organizaciones sin ánimo de lucro que actúan como vanguardias sociales ante la falta de respuestas políticas o para llenar vacíos que los sistemas públicos son incapaces de cubrir. El auge de estos grupos durante las últimas décadas –y singularmente su eclosión en España- corre en paralelo a la degradación de un sistema –un sistema capitalista- cada vez más global pero también más selvático, más cruel y con menos rostro humano. De ahí la aparición de ONG’s….diríamos contestatarias…tipo Amnistía o Greenpeace; otras vinculadas directamente a movimientos políticos como Médicos del Mundo; más el mantenimiento de las que ya existían tipo Intermón, de fuerte componente religioso.

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Bueno, pues hoy les hablo desde Barcelona porque resulta que esta noche tendré el honor de participar en un acto público de Médicos sin Fronteras. Y esta, sin duda, es una ONG muy especial, sobre todo porque definió un modelo que combina la ayuda y la solidaridad, con la denuncia del orden social y la agitación de conciencias. Y así le va: goza de una enorme reputación, sí, pero tiene que lidiar con la desconfianza –cuando no la hostilidad- de gobiernos o grupos armados. Y lidiar también con el riesgo, desde luego; no hay más que recordar el reciente bombardeo sobre el hospital de Kunduz, en Afganistán. Por eso creo que hoy, con media Europa perpleja y atemorizada por el terrorismo; y la otra media asaltada por tentaciones xenófobas ante el auge de refugiados…hoy es un buen momento para buscar cobijo en nuestros referentes cívicos y morales. Médicos sin Fronteras lo es; y también otras ONG. Porque representan lo mejor de nosotros, porque los suyos son valores sin fronteras y porque demuestran que el hombre no siempre es un lobo para el hombre.