El debate de ayer
Es evidente que los debates pueden cambiar el voto de los ciudadanos
Madrid
Es evidente que los debates pueden cambiar el voto de los ciudadanos. Ese carácter decisivo de la controversia es lo que me permito cuestionar, como si la historia de lo que se dice a lo largo del tiempo tuviera que ser revalidada una sola vez y cerca ya de las urnas. Pero así son las cosas, de modo que la política, como el fútbol, depende del último encuentro. Es decir, que una jugada tonta o un argumento mal dicho valen más que mil palabras o que miles de jugadas. Me parece que esta política de la urgencia de decir está perjudicando a la política, como está perjudicando a la conversación que cada vez resulta más veloz, menos interesante.