Conciliación y ensañamiento

Madrid

Tan desesperados como andan los candidatos por conectar con los ciudadanos, tanto esfuerzo por tocar aquellos temas que de verdad interesan a la gente y resulta que hoy se les pone a tiro un ejemplo magnífico: cómo ayudar a que las parejas españolas se animen a tener hijos. Hombre, lo más importante sería modificar un paisaje socioeconómico donde la precariedad, la incertidumbre y la falta de expectativas actúan como el más eficaz de los anticonceptivos. Pero como me temo que eso tardará, pues tampoco está mal destacar cuando se actúa en ámbitos más modestos. Creo que tiene mucho valor –aunque no siente jurisprudencia- la sentencia emitida por un juzgado de Madrid que da preferencia a la conciliación familiar por encima de las obligaciones laborales. El caso concreto es el de un funcionario que pidió horario flexible para llevar al crío a la guardería, la empresa se lo negó alegando necesidades del servicio, pero ahora la justicia le da la razón. Vale, pues ahí tienen una pista quienes vayan a llevar las riendas del país después del 20 de diciembre.

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Hacen falta cambios legales, es decir voluntad política, para romper esa tendencia demográfica. Y son cambios que tienen que ver también con la igualdad, con no penalizar a las mujeres por el hecho de serlo. Un terreno en el que, por cierto, los abanderados de la nueva política exhiben alguna actuación….cuando menos, discutible. Albert Rivera, por ejemplo, cuando propone eliminar la asimetría entre hombres y mujeres incluida en la Ley de Violencia de Género; o sea, suprimir el agravamiento de las penas a los hombres por este tipo de delitos. Una propuesta, insisto, que me parece muy discutible. O lo de Pablo Iglesias, hablando de “Operación Menina” para referirse a la supuesta promoción política de la vicepresidenta. Creo que no le falta razón a Soraya Sáenz de Santamaría cuando alude al tufo machista que destila este tipo de lenguaje. Pero, en fin, igual no debería decir estas cosas de los emergentes. Hoy lo que mola, y se extiende como un mantra con aires de discurso oficial, es darle hostias a Pedro Sánchez hasta en el carné de identidad. Y digo yo que no hay para tanto…..y pienso que a veces el ensañamiento provoca efectos inesperados. Falta poco para que salgamos de dudas.