A la caza del PSOE

Madrid

De pronto, la campaña electoral se ha convertido en una carrera a la caza del PSOE. El partido de Pedro Sánchez es en las últimas horas la pieza a cobrar por escopetas de muy distinta condición. El espacio político se ha llenado de afirmaciones cargadas de desdén que son balazos y vaticinios que quieren ser responsos. Se habla mucho de los acuerdos postelectorales pero se habla poco de los acuerdos preelectorales, que aunque son tácitos también existen.

Se está dando ahora la curiosa circunstancia de que un pacto postelectoral imposible, PP-Podemos, es un pacto preelectoral real y muy potente. Por convergencia de intereses absolutamente legítima, no se me entienda mal. “Vais muy bien”, le dijo Rajoy muy complacido a Pablo Iglesias. Hay algo de enormemente injusto en esta batida, porque mientras Podemos pelea con el PSOE y el PSOE se revuelve y pelea contra Podemos, el Partido Popular, encantado de la vida, se embosca en la humareda del tiroteo.

Hay algo de crueldad con el PSOE, un partido cargado de historia cuyos pecados parecen ser los únicos que nunca se terminan de expiar. Y crueldad también con Pedro Sánchez que está peleando sus bazas con emocionante voluntad, con el apoyo menos que a medias de bastantes de los suyos.