España busca planetas como la Tierra

Madrid

Cambio climático, extinción masiva de especies, contaminación del aire de las grandes ciudades… quizá ha llegado ya el momento de encontrar un planeta gemelo de la Tierra, por lo que pudiera pasar. De momento, este argumento sólo podemos encontrarlo en las historias de ciencia ficción, pero, por si acaso, Alemania y España acaban de dar un paso importante para conseguirlo.

Me explico. Se llama proyecto “CARMENES” y, de momento, es el mejor instrumento astronómico que ha sido diseñado hasta ahora para buscar planetas, como el nuestro, pero que orbiten alrededor de otras estrellas.

Tras cinco años de desarrollo, y superada ya con éxito la primera fase de pruebas, este instrumento está ya listo para intentar encontrar una segunda Tierra y, para ello, usará el mayor telescopio del Observatorio de Calar Alto, situado en Almería.

Difícil misión

 Detectar sistemas planetarios, como el solar, no es nada fácil, pero los astrónomos han encontrado un buen “truco”: los planetas, al girar en torno a su estrella, producen en ella unos ligeros movimientos oscilatorios, y éstos, si se miden con la precisión adecuada, desvelan su existencia. Sin embargo, la búsqueda de planetas del tipo terrestre en torno a estrellas similares al Sol resulta aún más compleja, porque estas oscilaciones son tan pequeñas que no se pueden detectar con la tecnología actual.

Y, por esa razón, se ha puesto en marcha este nuevo proyecto. "Con CARMENES en funcionamiento, Calar Alto se convertirá en una referencia internacional en la búsqueda de planetas de tipo terrestre y se situará en la vanguardia de la instrumentación astronómica", ha señalado Jesús Aceituno, vicedirector del Observatorio de Calar Alto.

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 Instrumento único

 “CARMENES” es un instrumento único en el mundo, tanto en precisión como en estabilidad, cualidades indispensables para medir las pequeñas variaciones de velocidad que un planeta produce en las estrellas. Además, este instrumento es capaz de observar estrellas situadas a centenares de billones de kilómetros y puede medir variaciones en su velocidad de movimiento de tan solo 4 kilómetros por hora, es decir, apenas la velocidad de una persona que pasea.

Pero para lograr una precisión semejante no solo es necesario un cuidado diseño óptico, sino también mantener condiciones de máxima estabilidad en el entorno de operación del instrumento. Por eso, trabajará en condiciones de vacío y con temperaturas controladas hasta la milésima de grado. Gracias a estas características, este grupo de investigadores españoles y alemanes espera descubrir docenas de planetas potencialmente habitables en los próximos años.