Nada será igual

Madrid

A punto de acabar la campaña electoral. Le quedan solo dos horas a una campaña que es el preludio de quizás las elecciones más inciertas de cuantas se han vivido en democracia. El lunes, pase lo que pase, nada será igual. Cuatro partidos, y no dos como estábamos acostumbrados hasta ahora, se juegan la presidencia del gobierno.

En frente los indecisos, más numerosos de lo que es habitual, y que hacen que las encuestas no acaben de ser del todo fiables. Todo el mundo las mira, las analiza pero, esta vez, lo que pueda pasar el domingo es una auténtica incógnita y esto es lo que le da a estas elecciones un plus de interés.

Llegamos a estas elecciones tras cuatro años en los que han pasado muchas cosas, pero sobretodo, lo que ha pasado es que los ciudadanos han tomado conciencia de la política. Ya no la critican, participan en ella y de ella y por eso los que sigan pensando que son ellos los que manejan las riendas del futuro se equivocan y lo pueden pagar en las urnas.

Entre lo que será diferente, a partir del lunes, es que el pacto para gobernar va a ser imprescindible, veremos la capacidad negociadora de todos y los que no la tengan tendrán que hacer un cursillo acelerado. Y es posible que aquí lleguen las primeras decepciones, porque el elector antes de depositar su voto debería saber con quién está dispuesto a pactar el partido que vote y en esta campaña nadie ha querido hablar de ello.