Claroscuros medioambientales del año 2015 y los desafíos que están por venir

Madrid

En 2015 hemos estado muy pendientes de cuestiones medioambientales como el cambio climático y la Cumbre de París, la contaminación en las grandes ciudades o la ubicación de los resíduos nucleares, por citar sólo algunas de ellas. Una mayor concienciación social ha hecho que estos asuntos cobren protagonismo en las agendas políticas, aunque 2016 se presenta cargado de retos, según las organizaciones ecologistas.

En el 'haber' del año 2015 se encuentra, por ejemplo, la sentencia del Tribunal Constitucional que ha anulado parte de la reforma de la Ley de Costas, o la decisión de Repsol de abandonar las prospecciones marinas en aguas de Canarias y de proyectos similares en Valencia y Málaga. Greenpeace destaca, además, la paralización de cementerio nuclear en Villar de Cañas, y la decisión de la Cumbre del Clima de París de empezar a poner fin al uso de combustibles fósiles, responsables del cambio climático. María José Caballero, responsable de campañas de Greenpeace, señala que "aunque el acuerdo no ha sido especialmente ambicioso, sí creemos que hay que agarrar esa oportunidad y ahora presionar para que esos países cumplan lo que se ha firmado en París".

La otra cara de la moneda, la de los aspectos negativos, incluiría, según Greenpeace, las trabas a las energías renovables en España, agravadas en parte por la aprobación del Real Decreto de Autoconsumo, el conocido como 'impuesto al sol'. La organización ecologista también destaca la insistencia del Gobierno en no cerrar la central de Garoña, la reforma de la Ley de Montes que, según Greenpeace, perjudica a los bosques y beneficia los intereses privados, y la aprobación de la llamada 'Ley Mordaza', "que limita el derecho a la protesta pacífica que, como todo el mundo sabe, es una de las señas de identidad de Greenpeace", recuerda María José Caballero.

La organización ecologista reconoce que la concienciación ciudadana es y va a seguir siendo primordial para éxito de las reivindicaciones en este ámbito, y sobre todo para los retos que ya se plantean de cara a 2016. Caballero dice que "ha llegado el momento de convertir el derecho al medio ambiente en un derecho fundamental. También queremos que las buenas palabras de la COP de París se conviertan en planes concretos, hay que impulsar las energías renovables, acabar con el 'impuesto al sol', lograr la protección del Ártico, que se siga luchando contra la pesca ilegal y paralizar el TTIP, el tratado de comercio entre EEUU y Europa que acaba con todos los privilegios ambientales europeos".