Siempre hay solución a un problema
Es el objetivo que tienen los alumnos ayudantes. El Colegio San Viator de Madrid cuenta con un programa de mediación para resolver conflictos entre los estudiantes gracias a la ayuda de psicólogos y alumnos
REPORTAJE SOBRE LA MEDIACIÓN EN EL AULA: COLEGIO SAN VIATOR
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Madrid
"La convivencia ha mejorado mucho desde que se ha puesto en marcha la mediación en las aulas", asegura Javier, director del colegio San Viator de Madrid. Hace cinco años decidieron poner en marcha un programa de mediación con el propósito de solucionar los conflictos sin sancionar a los estudiantes. La mediación que llevan a cabo cuenta con la colaboración de los llamados alumnos ayudantes, jóvenes adolescentes que se encargan de detectar posibles conflictos en el aula y buscar una solución a través del diálogo. "Cuando alguien tiene un problema tienes que escucharle, ayudarle y animarle. Nosotros no resolvemos esos problemas, ayudamos a que la persona implicada aprenda a hacerlo por sí mismo", nos cuenta Ángel, alumno ayudante de 16 años que lleva cuatro desempeñando esta tarea.
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Las aulas, como cualquier otro lugar, es un sitio en el que se pasan muchas horas, se convive con otras personas que pueden ser muy diferentes entre sí. Pueden surgir problemas, más o menos graves, pero el más habitual es la falta de integración en el grupo o los problemas interactivos provocados por las redes sociales y que suele quedarse entre los alumnos. En ocasiones, esto puede derivar en conflictos muy graves como el acoso escolar. "A los 14 las familias se enteran del 12 por ciento de los problemas de sus hijos, los profesores de un 14 por ciento y lo demás queda entre ellos. La mediación hecha por alumnos es decir, entre iguales, ayuda a que resuelvan esos problemas que pueden derivar en casos muy graves", nos dice Enrique, uno de los profesores que forman parte del equipo de mediación.
El alumno ayudante intenta resolver esos conflictos y cuando no puede, o detecta que podría haber un caso de acoso escolar, acude a los profesores mediadores. Ellos han recibido una formación específica en este ámbito que "enseña habilidades sociales a los alumnos, a escuchar, a comunicar. Habilidades que no se enseñan en el colegio", afirma Raúl, otro de los profesores que forma parte del grupo de mediadores del colegio San Viator. Desde que desarrollan el programa han comprobado que ha mejorado el ambiente educativo. Las relaciones entre los alumnos son buenas y lo mismo sucede con la relación profesor alumno. El objetivo, que nadie se sienta solo y detectar de manera temprana conflictos que podrían empeorar si se ocultan. Adrián lleva cuatro años siendo alumno ayudante. Tiene 16 y cree que su labor le va a ayudar en un futuro a resolver problemas, por ejemplo en el trabajo.
Según datos de Save the Children, entre el 5 y el 15 por ciento de jóvenes que sufren acoso escolar, se atreven a contarlo. Conflictos que, quizás surgieron de un tema menor que podría haberse resuelto con una mediación, dialogando, escuchando e integrando. Prevenir, detectar y actuar. Profesores y alumnos integrados para una convivencia pacífica en la que unos y otros son esenciales.
El año pasado el colegio San Viator organizó un seminario al que acudieron colegios de varios países de Europa para comprobar 'in situ' la eficacia del programa de mediación. Países como Alemania, Francia o Polonia quiere exportar este modelo para resolver problemas en el aula.