¡Fumiguemos el Congreso!
Pero tiene razón Villalobos en que hay que fumigar el Congreso. Aunque no para eliminar presuntos piojos sino para matar evidentes prejuicios clasistas, para erradicar diputados corruptos, para borrar líneas rojas que impiden el diálogo.
Madrid
Celia Villalobos, vicepresidenta del Congreso, ha dicho hoy que no le importan las rastas del diputado de Podemos, Alberto Rodríguez, "siempre que las lleve limpias, para que no le pegue un piojo". Convendría recordarle que ayer el diputado más sucio de la cámara llevaba un aspecto impecable, iba de traje y corbata y era compañero de partido en el momento de la promesa.
La polémica del día | ¡Fumiguemos el Congreso!
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Pero tiene razón Villalobos en que hay que fumigar el Congreso. Aunque no para eliminar presuntos piojos sino para matar evidentes prejuicios clasistas, para erradicar diputados corruptos, para borrar líneas rojas que impiden el diálogo, para quemar eslóganes y llenar las palabras de contenido, para enmudecer el griterío de corrala con el que se acorrala al rival, que habla también en nombre de los ciudadanos, para arrancar gestos efectistas y sembrar leyes efectivas... En fin, para trabajar para lo que fueron elegidos y se les paga y no para darse al chascarrillo grosero y fácil impropio de la dignidad que se presume a sus señorías.