La semana en siete gestos
La segunda ronda de consultas con Felipe VI y el encargo a Pedro Sánchez de intentar formar Gobierno han dejado imágenes, declaraciones y mensajes
Rivera y Sánchez llegaron juntos a la reunión en el Congreso; luego hablaron de puntos en común. / Javier Lizón (EFE)
Madrid
Pablo Iglesias es un político de entretiempo. A juzgar, claro, por su indumentaria cada vez que va a consultas con el Rey. Fue criticado en su primera visita a Zarzuela por acudir remangado, con una camisa blanca. No sorprendió en la segunda ocasión, este mismo lunes. De nuevo remangado, fiel a esa imagen, aunque con cambio de color, con camisa oscura. El discurso político se construye en parte a través de gestos. Y una semana con una agenda política tan marcada como la que termina, deja unos cuantos.
El remangado Iglesias protagonizó el segundo gesto de la semana. En esa ocasión, más estratégico que una simple camisa. El líder de Podemos compareció el martes justo después de que el Rey terminara la segunda ronda de consultas. Se anticipó a Sánchez, quiso de nuevo marcar los tiempos. Para entonces Felipe VI ya había encargado al líder del PSOE que intentara formar Gobierno. Pedro Sánchez había aceptado.
Al día siguiente, gesto de Sánchez. El secretario general del PSOE decidía que en su ronda de contactos con el resto de partidos se reuniría antes con Albert Rivera que con Pablo Iglesias. La razón, explicaban los socialistas, es el orden de menor a mayor representación. Pero el turno del PNV fue posterior al de Podemos. Sánchez, en otro gesto, dejaba fuera de las negociaciones para buscar apoyo a las formaciones independentistas y al PP: reunión con ellos, sí, pero por puro protocolo. Con Bildu ni tan siquiera reunión.
Ese mismo miércoles, PP y Podemos tenían otro gesto: intentaban acortar el plazo para el debate de investidura, un mes de negociaciones de Sánchez les parecían demasiado.
Pedro Sánchez y Albert Rivera se reunieron el jueves y, de nuevo, dejaron un gesto: llegaron justos al encuentro en el Congreso. Luego se sentaron en sendos sofás, en una postura que, según la proxémica, invita al diálogo: sentados en dos lados próximos de la mesa, no uno frente a otro. Lo mismo sucedió al día siguiente con Pablo Iglesias. Llegaron juntos y se sentaron en idéntica posición.
Pero hubo diferencias.
Iglesias esta vez fue con jersey, pero no estuvo en la indumentaria del líder de Podemos el gesto. Pedro Sánchez había acudido el día anterior a entrevistarse con Rivera vestido de traje con corbata. Para el encuentro con Iglesias eligió americana, pero no corbata. Más informal, más próximo, también es cierto, al tono de su interlocutor en ese momento.
Siete gestos... Y una sorpresa. De nuevo la indumentaria. Iglesias, el político de entretiempo que acude remangado a entrevistarse con el Rey, fue este sábado a los Goya con esmoquin. Pedro Sánchez optó por no ponerse corbata.
