El doble juego del PP

Madrid

Mariano Rajoy dijo hace unos días que esto de la corrupción se acabó, dio un metafórico golpe encima de la mesa para advertir a los suyos de que ya no iba a dejar pasar ni una más, lo que implícitamente quería decir que hasta ahora había dejado pasar unas cuantas, todas las que nosotros les contamos noche tras noche, en lo que el propio Rajoy calificó un día de martilleo de los medios de comunicación. Ese día ante sus diputados intentó convencerles y convencernos que su lucha contra la corrupción iba en serio, a pesar de que ese mismo día su partido, el PP, fuera llamado a declarar como imputado por haber destrozado a martillazos los ordenadores de Bárcenas.

Bueno pues, unos pocos días después, el PP ha decidido blindar a la senadora Rita Barberá situándola en la Diputación Permanente del Senado. Esto quiere decir que si no se llega a un acuerdo para la investidura, si hay que convocar nuevas elecciones tras la disolución de las dos cámaras, ella mantendría el aforamiento. Este lunes se le preguntó insistentemente a Pablo Casado, portavoz popular, por la ex alcaldesa valenciana, y él respondió manifestando el deseo de que ésta diera un paso atrás, claro que este paso solo suponía no presidir la comisión constitucional, del resto no dijo nada. De momento Rita Barberá lo que ha hecho es dar un paso hacia la desaparición, nada se sabe de ella, salvo que no aparece por el Senado y que mañana no va a asistir a la reunión que los senadores populares van a mantener con Mariano Rajoy.

El problema del PP es que para luchar contra la corrupción tiene que asumir sus propios casos de corrupción y, claro, le cuesta tanto… Por eso ese doble juego, le pedimos un paso, pero le blindamos el aforamiento y, como no está imputada, a pesar de lo mal que huele todo el caso Imelsa no hay que hacer nada más.

Y así es imposible que el PP se regenere y es más imposible todavía que le creamos cuando habla de regeneración.