¿España sigue siendo país de enchufados?

Castellón

La universidad española ha presentado un barómetro sobre empleo de nuestros universitarios en el que se detecta que los contactos personales, lo que antes llamábamos enchufe, son la vía más usada por los universitarios para lograr un trabajo. Cuatro de cada diez optan por este atajo que, además, es muy eficaz, porque el 80% de quienes toman este camino obtienen un empleo.

Hubo un tiempo en que la cuna determinaba el futuro del individuo. La educación pública y universal corrigió esta desigualdad en la formación, aunque los enchufes seguían funcionando. Décadas después pensábamos que este camino era la excepción pero vemos que sigue siendo autopista. Ser enchufado no quiere decir que seas un inútil. Pero el enchufe es un procedimiento que rompe las reglas del juego, atenta contra la igualdad de oportunidades y desaprovecha el talento de quienes no disponen de contactos. Si acceder a la universidad por enchufe nos parecería barbaridad, rentabilizar el conocimiento adquirido por esta misma vía también lo parece.