Lo vuestro es puro cuento
Érase una vez una periodista que se dedicó a convertir historias de amor en cuentos personalizados. Es una historia con final feliz que, en ocasiones, incluso acaba en boda.
cuentosdeboda.com
Madrid
Érase una vez una periodista en paro que seguía profundamente enamorada de su profesión y de las novelas de amor. “Qué le voy a hacer, soy una romántica empedernida”, se repetía (retuiteaba) una y otra vez. Un día, recibió la visita de la musa. “No era un día cualquiera. Como buena amante de la literatura, se me tuvo que ocurrir un Día del Libro”. Había tenido una idea bárbara: con lo que le gustaba leer historias de amor de ficción, decidió escribir las verdaderas.
Bárbara, periodista y cuentista
La periodista estaba decidida a inmortalizar las grandes historias de amor que nos rodean. Muchos romances darían para más de una novela, sin duda, pero pensó en escribir relatos algo más cortos. Algo sencillo, un detalle para sorprender a la pareja. Un regalo, perfecto para San Valentín, para un aniversario, cumpleaños o para una lista de boda. “Decidí transformar las historias de amor en cuentos personalizados, recopilando recuerdos, anécdotas y experiencias de la pareja”.
Desde la primera mirada
La producción de cada cuento comienza con una entrevista en profundidad, con la propia pareja o con familiares y amigos que quieran obsequiarle su propia historia de amor. Este recorrido por la vida está lleno de vivencias… y fotografías, necesarias para dibujar al detalle las ilustraciones, también personalizadas, que acompañan cada relato. “Como mínimo tardo un mes en tener el cuento terminado y listo para entregarlo. No sólo es escribirlo, también tengo que contar con los plazos de los dibujantes y encuadernadores”.
Y así es como una periodista, apasionada de la escritura y amante de la novela romántica, consiguió aunar en un mismo trabajo su profesión y su ilusión. De hecho, al final de cada cuento, muchas parejas contaron con la periodista para seguir siendo felices comiendo perdices en los convites de boda. Pero esa es otra historia…
