‘Fuocoammare’ o el plato más fuerte de la parrilla en la Berlinale

Madrid

El Festival Internacional de Cine de Berlín acostumbra a dejar las emociones fuertes para los sábados, como ocurrió con éste pasado. La Berlinale acogió con buenas críticas la cinta Fuocoammare (Fuego en el mar), una cinta a caballo entre el documental y la ficción que narra las desventuras de los refugiados que llegan a la isla italiana de Lampedusa.

"No pretendo dar un acento político a mi película", explicó el director, Gianfranco Rosi, a los medios. "Sólo reflejo una tragedia que se desarrolla a diario delante de nuestros ojos y que es la peor desde el Holocausto". Sin embargo, la vena de denuncia sale inevitablemente a relucir en la Berlinale, ya que Alemania es uno de los países en el eje de la crisis mundial de los refugiados. Más de un millón de personas pidieron asilo allí en el 2015, la mayoría procedentes de Siria. Sólo en Berlín, las autoridades estiman que hay unos 70.000.

Rosi presenta dos mundos paralelos: los barcos de la Marina italiana que ya han rescatado, vivos o muertos, a casi 400.000 refugiados que quieren entrar en Europa; y contrapone esas historias a la de un niño de 12 años que quiere salir de la vida común en una isla de apenas 20 kilómetros cuadrados. El director ya ganó el premio principal del Festival de Venecia en 2013 con otro documental de corte social.

Éste no ha sido el único gesto a favor de los refugiados que se pone en marcha en Berlín coincidiendo con el festival cinematográfico. Esta misma semana, el artista chino Ai Weiwei desplegaba cientos de chalecos salvavidas frente al Konzerthaus de Berlín. La obra recibirá el lunes a los invitados a la gala del cine por la paz, que entregará galardones a películas de contenido social, crítico o humanitario.