¿De qué han hablado entonces Iñaki y Cristina estos 10 años?

Madrid

Que las sesiones de investidura –de no investidura, mejor- coincidan con las sesiones del juicio Nóos, está restando protagonismo a esas tremendas imágenes de la Audiencia de Palma, donde se puede ver a una ilustre pareja de formación superior tener que pasar el trago, una y otra vez, de aparecer como bribones o como ignorantes.

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Ayer tocó el turno de la declaración de Cristina de Borbón, que se negó a responder a los abogados de la acusación y sólo lo hizo a su propio letrado. Oyendo a la pareja, uno entiende la perplejidad del respetable: ¿vivirán así los ricos?, se preguntarán en sus modestos comedores de sus modestos pisos. ¿No hablaban de sus trabajos, ni de cómo iban sus empresas? ¿No comentaban durante la cena en el gran comedor de su gran casa de Pedralbes, bien atendidos por el pulcro servicio, si esa mañana Iñaki se había reunido con el presidente Francisco Camps o almorzado con el también presidente Jaume Matas?

Incluso de ese servicio doméstico que citábamos, la Infanta apenas si se ocupaba de seleccionar a la persona, y luego era el marido quien se encargaba de los contratos y de los pagos. ¿Verdad que extraña tanta reserva entre parejas?

Todo muy natural, si nos olvidamos de que por primera vez en la historia, un miembro de la familia real española se sienta en el banquillo.