Aznáan, aprender para volver a Siria

Campo de refugiados de Zaatari (Jordania)

Aznaán tiene catorce años, pero si te pidiera que adivinaras su edad, seguro que no le echabas más de nueve. Es de una aldea del sur de Siria, y desde hace cuatro años vive en Za'atari, el campo de refugiados más grande de Jordania, donde hay ya 79.000 sirios, un asentamiento que se ha convertido en la tercera ciudad más grande del país.

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Aznaán sólo recuerda el día en que llegó, la fecha: el 11 de febrero de 2013. Al menos eso nos dice, lo único que recuerda es la fecha, nada más. Aquí llegó huyendo de la guerra, junto a su madre y sus tres hermanos. Su padre se quedó en Siria y de él no sabe nada.

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Es uno más de los niños que viven en barracones en medio del desierto, el 56% de la población de Za'atari. UNICEF ha montado escuelas para todos ellos, ya tienen nueve colegios, pero algunos niños, como Aznáan, necesitan otro tipo de educación, una más adecuada a sus traumas, una ayuda psicosocial, con juegos, idiomas, deportes, ordenadores, charlas, y si se puede, alguna risa. Estas aulas, estos espacios, son los Makanis (significa "mi espacio"), el único en el que por momentos se puede llegar a olvidar el desarraigo.

Le hemos preguntado a Aznaán -cuando estaba escribiendo en el ordenador- qué estaba haciendo y su respuesta nos ha dejado sin palabras: "aprender, aprender mucho, para volver a mi país y reconstruirlo".

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