La tormenta perfecta

Madrid

Es la tormenta perfecta. Europa se enfrenta al mismo tiempo a una triple crisis: La crisis de seguridad, evidenciada de forma descarnada tras los atentados de Bruselas... las instituciones comunes y los gobiernos nacionales rezuman estos días una mezcla de impotencia e incompetencia. Cada llamada a la colaboración, cada apelación a mejorar la coordinación de los servicios de inteligencia y de lucha antiterrorista es la confesión de un fracaso. La discusión es antigua y el problema sigue siendo actual.

La crisis humanitaria agravada con el levantamiento de muros argumentales y legales para rechazar de forma masiva a todos los refugiados sirios que lleguen a Grecia. Estos días, mientras nos conmovíamos con la muerte, hemos dejado de mirar a la vida, a la vida precaria de cientos de migrantes en Idomeni... uno de esos lugares que nos avergüenzan.

Y la crisis económica. La seguimos arrastrando aunque de tan apaleados como estamos, ya no sintamos los golpes que todavía recibimos. La crisis, la de la C mayúscula... la económica que no ha dejado de golpear Grecia, España o Portugal...

Este Siglo XXI está resultando demoledor. La Europa de los ciudadanos se tornó en la Europa de los poderosos, de los ricos, de los mercados y los mercaderes... la Europa de la igualdad se quebró por el sur, la Europa de la solidaridad se rompió por el este, la Europa de la libertad se debilitó por el centro.

Europa está dejando este siglo un largo reguero de víctimas, Europa ha terminado por ser víctima de sí misma.