España bloqueada mientras Europa se deshace

Madrid

Este lunes comienza de verdad la cuenta atrás. Queda poco más de un mes para que en España haya gobierno o se convoquen nuevas elecciones. Y volvemos de la Semana Santa como nos fuimos.

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Mañana se cumplen cien días del 20-D, cien días que dejan una investidura fallida, un pacto muy minoritario entre PSOE y Ciudadanos, bloqueo político a izquierda y derecha y una reunión convocada para el miércoles entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que tienen en sus manos la llave y los votos para decidir si salimos del modo “en funciones” o devuelven a los ciudadanos el problema.

Tenemos hasta el 2 de mayo —cinco semanas muy intensas— porque en todos los partidos hay tensiones internas por sus propias contradicciones y por la incapacidad para resolver la situación. Todos tienen sobre los hombros una enorme responsabilidad. No es solo que España siga teniendo hoy más de un 20 por ciento de parados, niveles de desigualdad crecientes, una Administración central al ralentí, un gobierno en funciones que se niega a ser controlado… y que hoy sabemos mintió sobre el déficit en campaña por lo que los recortes que se avecinan pueden ser mayores.

No es solo eso, que ya es grave pensar que podemos tirarnos así seis meses más. Es que España forma parte de la Unión Europea que vive su momento más grave desde que el proyecto económico y político echó andar. La foto de ayer domingo no puede ser más preocupante. En Grecia miles de refugiados políticos en condiciones inhumanas trasladados a centros de detención para ser deportados a Turquía. Y en Bruselas, la extrema derecha irrumpiendo en formación en la plaza donde se rendía homenaje a los muertos en el atentado yihadista de la semana pasada. La misma policía que había prohibido la manifestación de duelo por motivos de seguridad, fue incapaz de impedir la exhibición ultra que pisoteaba flores y velas y avanzaba a manotazos contra ciudadanos y periodistas.

Miedo sobre miedo. Europa acumula sus crisis irresueltas, la económica, la de los refugiados y la de seguridad. Urge que España salga del bloqueo, que estos asuntos capitales entren en nuestra agenda pública y que ocupemos nuestro sitio en la búsqueda de soluciones.