Sánchez reivindicará la "centralidad política" del PSOE en estos 105 días sin gobierno
Ferraz da por hecho que el aplazamiento del 39º Congreso federal saldrá adelante sin problema en una cumbre socialista en la que lo previsiible es que se mantenga la tregua interna para facilitar las negociaciones
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso, después de reunirse por espacio de dos horas con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para explorar vías para un posible acuerdo de gobierno. / Juan Carlos Hidalgo (EFE)
Madrid
Ferraz da por hecho que el aplazamiento del 39º Congreso Federal del PSOE saldrá adelante este sábado sin fecha definida, a la espera de la formación de gobierno. Con toda probabilidad, el máximo órgano de decisión del partido apartará el debate sobre el liderazgo en el PSOE y, pese a las profundas diferencias internas, se mantendrá la tregua. Ahora, segun defienden de forma mayoritaria los socialistas, la prioridad es la gobernabilidad. De las gestiones del PSOE en estos 105 días para intentar la investidura dará cuenta este sábado Pedro Sánchez ante los suyos en su intervención inicial en la que, según fuentes de su entorno, va a reivindicar la "centralidad política" del PSOE en esta coyuntura.
Según fuentes de Ferraz, el líder socialista va a apelar la responsabilidad de Ciudadnos y Podemos en este proceso, poniendo el acento en la importancia del diálogo a tres en esta nueva etapa, aunque subrayando siempre su fidelidad al acuerdo con la formación de Albert Rivera. El mantenimiento de esta alianza es clave para los socialistas, que sometiron a la consulta de la militancia ese acuerdo y lo bendijeron después en el Comité Federal.
Los secretarios generales acuden a esta cita con la información de primera mano sobre la reunión con Pablo Iglesias que el propio Pedro Sánchez les dio por teléfono tras verse con el líder de Podemos. Después de esa conversación, tanto la presidenta andaluza Susana Díaz como el valenciano Ximo Puig han expresado su apoyo al líder socialista para afrontar la recta final de la negociación. En el PSOE es generalizada la idea de que la formación de gobierno es "casi imposible", como dijo el propio Pedro Sánchez este miércoles en rueda de prensa, aunque en la dirección socialista insisten en que hasta ahora se han superado muchos imposibles con la formación morada.
En este contexto, el líder del PSOE va a hacer hoy una amplia exposición de su apuesta por la transversalidad política y, aunque es consciente de que un gobierno tripartito de PSOE, Podemos y Ciudadanos es inviable, sí que encuentra posible un amplio acuerdo para lo que denomina un gobierno parlamentario, es decir, que sea el Congreso el centro del debate y de la decisión política aunque no todos los que pactan y deciden estén sentados en el Consejo de Ministros.
Una reunión "tranquila"
La gobernabilidad centrará, por tanto, la intervención del secretario general que logrará con el retraso del cónclave el aire que necesita para seguir buscando el acuerdo. En la federaciones críticas como las de Andalucía, Valencia o Castilla-La Mancha también vaticinan que la reunión del máximo órgano de decisión del partido será "tranquila" porque, aunque los socialistas andaluces han sido hasta ahora prudentes sobre el nuevo escenario interno, fuentes de esta federación aseguran que, llegados a este punto, el aplazamiento es la mejor de las opciones, incluso para reforzar una posible candidatura de Susana Díaz a la Secretaría General del PSOE.
Después de multitud de roces internos y de una relación definitivamente insalvable entre Pedro Sánchez y Susana Díaz (la presidenta andaluza recitó todos sus reproches en el Comité Federal del 30 de enero, delante del secretario general y del conjunto del partido), en las últimas semanas se abrió en el PSOE andaluz el debate sobre qué pasos dar en el caso de que se celebrase el congreso socialista en los plazos previstos. Fuentes de los socialistas andaluces defendieron en privado que el mejor de los escenarios para la presidenta andaluza era el retraso del congreso, evitando de ese modo que la presidenta tuviera que verse en la tesitura de abandonar la Junta de Andalucía. El retraso le permite aspirar a la secretaría general sin tener que ser el cartel electoral y dejar al Ejecutivo autonómico. Sin embargo, desde el entorno de Susana Díaz se trasladó la determinación de la líder andaluza de dar el paso, de presentar en la fecha que fuera, satisfaciendo de este modo la demanda de algunos dirigentes históricos que entendían que es ella el revulsivo que necesita el PSOE en los comicios si finalmente se repiten.
