Nunca más

Madrid

Ya saben lo que nos espera, trabajo no remunerado en fin de semana. Vaciar cajones, revisar carpetas, comprobar facturas con mucho cuidado. Si trabajan ustedes por cuenta ajena, cuidado con las deducciones, no vayan a ahorrarse diez euros de más contando dos veces a algún hijo. Si son autónomos, mucha atención al asignar los ingresos a una casilla o a otra, porque de esas equivocaciones nacen las paralelas, implacables aunque la diferencia a pagar no llegue a treinta.

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Pero lo más importante, este año, es no pensar. Preparar la declaración del IRPF sin preguntarse cómo es posible que Mario Conde le deba a Hacienda 10 millones y la policía lo encuentre en su casa. Cómo es posible que tanta gente tenga una sociedad off shore en Panamá cuando nadie sabe lo que es eso. Cómo es posible que el gobierno de España apoye a un ministro que miente y rectifica varias veces en un par de días. Cómo es posible que Montoro declare, para quitarle importancia a la multa que Aznar tendrá que pagar por haber defraudado, que la ley es igual para todos.

Este año, lo más importante es pagar impuestos sin pensar. O mejor dicho, pensando en otra cosa. En los más desfavorecidos. En los parados, en los excluidos, en los enfermos, en toda esa gente que necesita que los españoles que podemos hacerlo, paguemos impuestos para no dejarlos caer en el abismo. Por ellos, hay que pagar. Por nosotros, deberíamos exigir que nadie vuelva a salir de la cárcel sin haber devuelto hasta el último céntimo de lo que ha robado. Nunca más.