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A golpe de campanas

Subimos a los campanarios más famosos del cine.

Cadena SER

Madrid

Estos tres Quasimodos que conviven en nuestra memoria visual nacieron en Nuestra Señora de París (Notre-Dame de París), novela de Víctor Hugo, publicada en 1831. Nos conducen al punto de partida del audio, a la terraza y el campanario donde se mueve Quasimodo entre gárgolas, quimeras y campanas. Todos sus elementos —ambientación renacentista, amores imposibles, personajes marginados, final trágico— hacen de la novela un modelo de los temas del Romanticismo.

A golpe de campanas

Cuando Hugo escribe su historia, el ferrocarril que empuja la presencia del reloj y la necesidad de puntualidad, comienza a reducir las campanas a un papel decorativo y arcaico. El cine ha conservado la imagen del monaguillo que se alza con la larga cuerda que le une al campanario, y que Paqui Ramos experimenta en la catedral de Valencia junto a Francesc Llop i Bayo , antropólogo que lleva más de cuarenta años dedicado al primer medio de comunicación de masas.

Campana del Zar en el Kremlin

La San Pedro de la catedral de Colonia que oímos en la sección es la mayor campana en uso. A su lado se alcanzan los 140 decibelios, capaces de provocar una herida prolongada en el oído de quien se situara a su lado. En el estudio, a nuestro lado, se sienta Manuel Recuero, catedrático de acústica y director del primer laboratorio del mundo de neuroacústica en la politécnica de Madrid. Recuero está a punto de comenzar terapias pioneras para reducir el impacto del parkinson, el alzhéimer y el autismo gracias a la resonancia cerebral y una frecuencia sonora inaudible para el ser humano.

La campana más grande del mundo, 216 toneladas, es la Tsar Kolokol, la Gran Campana del Zar, con más de 6 metros de altura y de diámetro, que yace rota en el suelo, junto al Campanario de Iván el Grande del Kremlin. Los turistas se fotografían como pequeñas figuras a sus pies pero nadie escucha su sonido. en contraste, la campana más escuchada no está en un campanario y se toca con un botón. La CNN retransmite a diario para el mundo la campana que abre y cierra la Bolsa de Nueva York, que en 1901 sustituyó a un antiguo gong, y que recupera una tradición mucho más antigua sin saberlo. En "cuando el hierro era más caro que el oro"  que acaba de publicar en español el economista y divulgador Alessandro Giraudo, se cuenta el origen del primer mercado donde se fijó el precio para Europa a golpe de una campana especial que abría y cerraba las reuniones.

Miénteme cine (30/04/16)

25:00

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