Objetivo calculado

Madrid

Hoy en nuestra portada de las 22:00, les propongo un ejercicio. Vayan a buscar un mapa y sitúen en él la ciudad de Alepo, en Siria; luego busquen su historia, busquen como era su vida hace una década, busquen fotografías de sus calles, de su zoco, y piensen que hoy ya no existe, que es una de las ciudades más castigadas por la cruel guerra de Siria.

Un bombardeo, ayer, destruyó uno de los pocos hospitales que todavía quedaban en pie, muchas de las víctimas fueron niños que, seguramente, intentaban curarse allí de otras heridas de esta guerra. Y entre los muertos, un hombre, Muhamad Waseem Mohaz, el único pediatra que trabajaba allí, el único pediatra que cuidaba de esos niños ¿Se imaginan? La muerte de niños como los nuestros y del hombre que se jugaba la vida por salvarlos.

Hoy en Alepo ha habido otro bombardeo, y otra vez un hospital ha sido el objetivo, otra vez los muertos civiles. Otra vez un lugar que debería ser intocable bombardeado y destruido. Con los bombardeos en los hospitales no mueren solo las víctimas que se contabilizan, sigue muriendo un país que se queda sin infancia, que se queda sin futuro, y muere un país que ya apenas tiene médicos para atenderlo. Que nadie piense que es sin querer, que el objetivo no eran esos hospitales, ni esos niños ni ese pediatra, el objetivo está perfectamente calculado.