"Aquello es una trituradora de seres humanos"

Madrid

La frontera sur de México tiene una extensión de 1.149 kilómetros. 956 limitan con Guatemala. 193 con Belize. Tapachula, en el estado de Chiapas, es la puerta de entrada para miles de refugiados que huyen de la nueva violencia en Centroamérica. Hace diez años se inauguró allí la llamada “Estación migratoria siglo XXI”, el centro de detención de migrantes más grande de México y de América Latina.

El entonces presidente, Vicente Fox, pronunció un discurso inaugural del recinto en el que aseguró que México es “profundamente respetuoso de los derechos humanos de quienes cruzan nuestro territorio en busca de trabajo y un mejor porvenir. Desde el inicio de este Gobierno nos comprometimos a trabajar muy duro para garantizar un trato digno a todas y todos ellos. Ese compromiso, lo podemos ver reflejado aquí, en esta moderna estación migratoria Siglo XXI, en Tapachula, Chiapas”.

La realidad hoy es radicalmente diferente como lo acredita el trabajo de organizaciones sociales y testimonios de los internos que han pasado por la estación. Incluídos menores como Pedro, un joven salvadoreño de 20 años que llegó a México desde El Salvador cuando todavía no alcanzaba la mayoría de edad y estuvo siete meses encerrado en el recinto.

“Yo llegué a conocer a un joven nicaragüense. Él se quiso quitar la vida prendiendo fuego a una colchoneta. No era la primera vez que lo intentaba pero los guardias no hacían nada”.

En 2015, fueron detenidos en México 190.000 migrantes sin documentos, 40.000 de ellos menores, la mayoría procedentes de Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador. Hace dos años, el presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha “Frontera Sur”, un programa de respuesta a la crisis migratoria que carece de documento oficial y que se basa en el reforzamiento policial de la frontera haciendo saltar por los aires las garantías legales que corresponden a estos desplazados. La mayoría son deportados sin oportunidad de pedir el derecho de asilo.

Organizaciones sociales como el “Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Cordova A.C.” llevan diez años supervisando la atención a estos migrantes y han resumido su trabajo en el informe "Derechos Cautivos" que recoge todo tipo de violaciones contra los derechos de los migrantes y testimonios como los de Carlos...