Maneras de caer, maneras de vivir

Madrid

Los resultadistas dirán que Guardiola ha fracasado en el Bayern porque se va sin ninguna Champions y porque ni siquiera ha logrado jugar una final de dicha competición. Pero cuesta recordar algún equipo que, jugando tan bien en la Champions, haya sido eliminado.  El Manchester City pareció cualquier cosa menos un semifinalista de Champions. Tuvo mérito el Madrid, que supo reducir casi a la nada la amenaza que suponían el Kun Agüero y De Bruyne. Pero los ingleses no tuvieron ni la precisión ni la rebeldía que demanda una semifinal de la Copa de Europa.

Hubo algo del carácter de Guardiola y Pellegrini en la manera de caer de alemanes e ingleses. El martes vimos un Bayern pasional. Muy trabajado tácticamente y capaz de abrir al máximo el abanico de maneras de dañar al Atlético, sí, pero sobre todo un Bayern entusiasta, confiado en la victoria, creyente incluso, pese a que el fantasma de los españoles eliminándoles en semifinales en los dos años anteriores sobrevolaba por el Allianz desde unas semanas atrás. El City fue todo lo contrario. Frío, como Pellegrini. Pareció no creer nunca en eliminar al equipo con más Copas de Europa. No es todo culpa del ingeniero, eso es evidente. A algunos jugadores que hace semanas nos parecían estrellas, el traje de semifinalistas de la Champions les quedó grande. Pero el orgullo y la ílusión por meter al club en su primera final de la Champions de su historia brillaron por su ausencia.

Incluso en el argumento de la derrota hubo un abismo entre Pep y Manuel. "Lo intentamos todo pero no lo conseguimos, me voy feliz", espetaba el entrenador catalán. "El Madrid pasó gracias a la suerte", argumentaba el chileno. Maneras de caer. Maneras de vivir, que diría Rosendo Mercado.