Un Sevilla-Liverpool es una gran final

Madrid

Me duele esta mañana el Villareal casi tanto como me alegré anoche por la clasificación del Sevilla para la final de la Europa Liga que va a disputar al Liverpool en Basilea el próximo miércoles 18.

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El Sevilla fue el equipo de los grandes momentos y doblegó a los ucranianos ayudado por el clamor del Sánchez-Pizjuán que parecía ponerle el campo cuesta abajo cada vez que atacaban. Va a ser su tercera final consecutiva y la quinta en 10 años.

Todo lo contrario a lo que le ocurrió al Villarreal, que el ambiente infernal de esa catedral del futbol que es Anfield Road pareció desbordarle y acomplejarle. Es un equipo muy joven y anoche le pudo faltar experiencia porque creo que son mejores que el Liverpool. Anoche no, desde luego. Perdían el balón con excesiva facilidad y les costaba mucho tiempo después recuperarlo. No creaban ocasiones de gol y les hicieron sentirse a los jugadores ingleses muy cómodos con un fútbol constante de cargas de caballería que terminaron por desarbolarles. Nunca encontró el Villarreal un momento bueno en el partido porque todo el partido lo dominó el Liverpool. Imponía su fútbol de carreras por las bandas y pases largos y de entradas al límite.

Yo supongo que el Sevilla, con más veteranía y experiencia, le va a saber jugar mejor al Liverpool. Lástima porque habría sido una final preciosa entre equipos españoles también, pero un Sevilla-Liverpool es una gran final.