Palma, la ruta de la corrupción
'Via corrupta: la ruta de la rampa' es el nombre escogido para el itinerario turístico que sigue las huellas de los casos más escandalosos de la ciudad balear
Madrid
Vía corrupta: la ruta de la rampa es el nombre escogido para el itinerario turístico por Palma de Mallorca que sigue las huellas de la corrupción de la isla. El periodista Felip Palou, el profesor de latín y griego Antoni Janer y el actor Xavi Canyelles son los impulsores de esta iniciativa que comenzó hace dos meses y con la que pretenden hacer reflexionar a los interesados –siempre en clave de humor– sobre “el auténtico drama que vive Baleares y España en general”. “La corrupción es un tema que nos avergüenza a todos. Como sociedad nos cuesta afrontarla porque, en definitiva, todos somos un poco corruptos”, ha asegurado Palou esta mañana en Hoy por Hoy con Gemma Nierga.
La ruta más corrupta
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La historia de las corruptelas baleares visita quince localizaciones aunque, como han comentado los organizadores, es una ruta viva porque cada semana van cambiando los casos. El trayecto arranca en la antigua sede de Unió Mallorquina, definida por Palou como “un templo arqueológico de gente que robaba y robaba” y algunas de las paradas son el Ayuntamiento –en la actualidad salpicado por el caso que afecta a la policía local y que ha llevado a más de una decena de agentes del cuerpo a la prisión–, el ‘palacete’ de Jaume Matas o la mítica rampa que conduce a los juzgados de Vía Alemania y que han bajado el exduque de Palma, Iñaki Urdangarín, o la infanta Cristina –acusada de dos delitos fiscales–, entre otros.
Para entrar en calor con la gente, ha contado Palou, durante las visitan van preguntando al grupo turístico qué han robado a lo largo de su vida y la gente confiesa. El otro día un niño de 10 años dijo que había robado unos cromos y su madre no lo sabía”, ha bromeado. Entre los turistas –o corruptard– ya se han encontrado con más de un personaje reconocido, como el caso del magistrado Juan Pedro Yllanes. “Es uno de los jueces que más ha perseguido la corrupción y nos confesó que había robado una lata de berberechos en Galerías Preciados”, le han delatado.
Otra de las características de esta ruta de la corrupción es el objeto que utilizan para guiar al grupo e indicar su posición: Palou cambia el típico paraguas por una escobilla de baño pintada con spray dorado. “Es en honor a uno de los grandes símbolos de la corrupción en Baleares”, ha explicado el periodista sobre el guiño al expresidente Jaume Matas, quien decoró uno de los aseos de su ‘palacete’ con una escobilla que rondaba los 500 euros.
La ruta se realiza los sábados para grupos de 25 o 30 personas con una duración de dos horas y media y, aunque los responsables han asegurado que la inscripción es gratuita, han insinuado que aceptarían “muy contentos” los 15 euros en negro.