Ganó la normalidad

Madrid

Ganó el Barça la Copa del Rey, pero ganó la normalidad natural de querer vivir, pasear y ver el fútbol en paz. Nadie se escandaliza por ver banderas independentistas en las calles. Tampoco lo hacen si las ven en el estadio. Aunque sí que se sienten ofendidos cuando en contrapartida pitan su himno.

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Ganó el Barça una final que mereció el Sevilla, porque el Barça, con diez durante quince minutos de la primera parte y toda la segunda, estuvo en inferioridad de condiciones que el Sevilla no supo aprovechar. Pero cuando la expulsión de Banega equilibró el partido en los minutos finales, en la prórroga el Barça recuperó la superioridad que tiene como equipo y que durante todo el partido mantuvo Iniesta y también Piqué. Diez contra diez, el Barça no tardó en adelantarse en la prórroga e incluso hizo protagonista a Rico, el portero del Sevilla, que detuvo otras dos pelotas que se colaban.

Fue una gran final. Ganó el mejor equipo y disfrutamos. Es hora de que también aprendamos todos que nos unen más cosas de las que nos separan, entre ellas el fútbol.