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GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Nosotros también fuimos refugiados

Entre 1936 y 1939 miles de españoles huyeron de sus casas por motivos políticos e ideológicos o por temor a las represalias de las tropas franquistas. Libertad es una niña de la Guerra Civil que llegó a un campo de refugiados francés con un mes de vida. Hoy, con 80 años, abre las puertas de su memoria para contar su historia

La Guerra Civil española provocó un éxodo masivo / Cadena SER

¿Por qué se repite la historia? La Guerra Civil española provocó la huída de miles de personas que por motivos políticos, ideológicos o por miedo a las represalias del régimen franquista se vieron obligados a buscar refugio fuera de España. Europa vive hoy la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. Sólo en abril de este año 800 personas han muerto cerca de las costas de Lampedusa. La Unión Europea no cumple con las medidas anunciadas para ayudar a los migrantes que huyen de países en conflicto. Políticas inútiles y desfasadas que dejan cifras escalofriantes: en 2015 más de medio millón de refugiados han llegado a Italia y Grecia. La tragedia sigue aumentando. Según CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), esta emergencia ha sido y es previsible: desde el año 2000 se calcula que más de 25.000 personas han muerto en aguas del Mediterráneo. Hoy hablamos de sirios, iraquíes, eritreos y afganos, pero hubo un tiempo en el que también los españoles sufrimos las consecuencias de una guerra. La época en la que nosotros fuimos refugiados.

CONOCE LA HISTORIA DE LIBERTAD, REFUGIADA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

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De Libertad a María Luisa, memoria de una alambrada

Con tan sólo mes y medio llegó a uno de los campos de refugiados de Francia. Lo hizo en brazos de su madre "tengo su memoria, ella me contó cosas que a mí se me han quedado grabadas. El hambre, el frío, las enfermedades. Tuve suerte de ser hija única, porque eso me salvó la vida". Libertad tiene ahora 77 años. En su memoria guarda una infancia entre alambradas. "No hemos aprendido nada de lo que sucedió. Mis padres huyeron de Gijón cuando las tropas franquistas se acercaban. Salieron en barco hacia hacia Francia, de allí entraron en la única zona republicana que quedaba en España, Valencia. Lo hicieron por Barcelona, donde yo nací". Libertad no concoió a su padre hasta los cuatro años y medio. Al llegar a Francia les separaron. "Yo me quedé con mi madre. Ella me cargó hasta llegar al primero de los campos donde pasé mi infancia. Pasamos mucha hambre. Mi madre vio morir a muchos niños como yo".

Libertad-Mª Luisa en la actualidad / Daniel Santamaría

Libertad recuerda que estuvo a punto de morir de tifus, pero su madre le dio la vida por segunda vez donándole su sangre. En ese momento le cambiaron el nombre, porque pensaron que las puertas del cielo no se iban a abrir para una criatura llamada Libertad. Anotaron en un papel que se llamaba María Luisa. Y con él se quedó, porque ya no quiso cambiárselo al regresar a España, "era un lío de papeles, así que decidí quedarme con él".

Vivió en tres campos de refugiados. En el de Rivesaltes le pilló la Segunda Guerra Mundial. "Se llenó de judíos, comunistas y otras gentes a quienes nos llamaban los indeseables". Libertad-Mª Luisa crecía con el sonido de los aviones y las bombas y jugaba con su primer y único juguete: una rueda de madera que recibió de la Cruz Roja suiza, a la que agradece todo lo que les ayudaron.

Libertad, con cuatro años, en un campo de refugiados francés con el único juguete que recuerda, una rueda de manera que le regaló Cruz Roja de Suiza / Libertad-Mª Luisa

'11 vidas en 11 maletas'

La vida de Libertad, o María Luisa, forma parte de una exposición que acaba de inaugurar el Consejo General de la Abogacía. '11 vidas en 11 maletas' cuenta la historia de hombres, mujeres y niños que han huido de sus hogares, de la guerra, en busca de una oportunidad. Muchos de ellos han llamado a la puerta de Europa. Lo hacen ahora y lo hicieron en el pasado, una época de la que no hemos aprendido porque la historia vuelve a repetirse. Estas son las otras 10 maletas: -Sajad Al Faraji, irakí, 15 años y una silla de ruedas. -Iman, sirio, llegó a Idomeni hace meses. -Aladín, de cómo sobrevivir al mar. -Jeanna Beral salvó a sus hijos. -Iboun. Se puede salir adelante. -Karim, perdió a un hijo en la guerra de Siria. -Suleika, somalí, para que sus hijos no fueran niños soldado. -Nya Thierri, un cuerpo golpeado. -Zeinab, siria, vivir en una manta gris. -Morad, marroquí, el amor no es un delito. Puedes leer las historias completas, las vidas de todos ellos, en la exposición '11 vidas en 11 maletas', en la sede del Ayuntamiento de Madrid hasta el 4 de septiembre.

La crisis en cifras

Siria, 7.600.000 desplazados dentro del país. Más del 50 por ciento son mujeres que han huído de la guerra en Siria. El 22 de septiembre de 2015 se estableció una cuota de reparto entre los países de la Unión Europea. España se comprometió a acoger a 8023 refugiados, Alemania 17.037 y Francia a 12.962. Reino Unido, Irlanda y Dinamarca quedan fuera del reparto por sus tratados propios.

Recuerdos de un sirio que huyó de la guerra / Abogacía del Estado

INFORME CEAR 2016

Esta semana CEAR ha presentado el informe con el número de peticiones de asilo. La continuidad de los conflictos en países como Siria, Irak o Afganistán provocó que cientos de miles de personas vieran en Europa la última posibilidad para salvar sus vidas y las de sus familias. Así, el número de solicitantes de asilo en Europa se duplicó en 2015 respecto al pasado año, llegando a 1.321.600 y sólo se resolvieron favorablemente poco más 300.000. En 2015, España recibió cerca de 14.881 solicitudes de asilo, la cifra más alta jamás registrada, aunque sigue representando un año más solo el 1% de las que atendieron los países de la UE. Un año más, las personas de nacionalidad siria encabezan el listado de solicitantes, seguidas de las que proceden de Ucrania y Palestina. Sin embargo, solo se resolvieron poco más de 3.200 solicitudes, de las cuales se aceptó el 31%, un porcentaje muy alejado de la media europea que se situó en torno al 50%. “Resulta muy decepcionante comprobar cómo España apenas pudo ofrecer el año pasado algún tipo de protección internacional a 1.020 personas y reubicar a 18 refugiados de los 16.000 comprometidos”, afirmó la secretaria general de CEAR. Además, la organización critica en su informe la "congelación" de los expedientes procedentes de Ucrania o Malí en espera de que los conflictos lleguen a su fin, la continuidad de las llamadas “devoluciones en caliente” en Ceuta y Melilla, cuya ilegalidad han establecido diferentes organismos internacionales; así como las dificultades de acceso al procedimiento de asilo en los Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).

 
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