Dentro del jardín del Bosco

Madrid

¿Cómo es meterse en un cuadro? ¿Cómo es formar parte de una realidad que te rodea, mires a tu derecha o a tu izquierda, mires al frente a tu espalda? Y ello, en un ambiente sonoro que te permite descubrir detalles inesperado, conocidos, o que nunca se pudo adivinar que estuvieran ahí. Es como sumergirse en un cuadro en el que los sentidos de la vista y del oído son esenciales y en el que (aunque si tocar) se logra obtener una cierta percepción del tacto.

Jardín Infinito es una videoinstalación que se puede disfrutar en el museo del Prado, a propósito de la exposición de El Bosco. Es obra de Álvaro Perdices y el cineasta Andrés Sanz quienes han contado con los músicos Javier Adán y Santiago Ralpallo. Ellos no es que hayan hecho una banda sonora o creado una ambientación. Su música es esencial para entender y disfrutar el trabajo. La videoinstalación de 75 minutos es, al fin y al cabo, una interpretación de El Jardín de las delicias.