¿No les fascina ver a Rajoy cortejar a los nacionalistas?

Madrid

Otra vez la calculadora para ver quién, cómo, cuándo y con quiénes puede algún candidato asumir el reto de lograr la investidura. Obvio el quién, porque a la vista de los resultados del 26-J solo Mariano Rajoy puede intentarlo. Repetimos: intentarlo. No parece posible que en la primera vuelta obtenga el líder del PP la ansiada mayoría del Congreso, los 176 escaños, porque tendrían que darse sumas imposibles y contra natura.

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En segunda votación, como saben, basta lograr más votos positivos que negativos. De ahí la calculadora, porque la cuenta es complicada, siempre y cuando el PSOE mantenga la que por ahora parece una decisión bastante firme: no a Rajoy, no al PP. Y ahí, entonces, tendremos que ver al actual presidente en funciones batirse el cobre para atraerse a los nacionalistas vascos y catalanes, a quienes hasta ahora ha maltratado, y de qué manera, ayudado en la guerra sucia por su fiel escudero Jorge Fernández Díaz, aún ministro del Interior.

Ya recordarán que José María Aznar llegó al ridículo aquel de decirnos que hablaba catalán en la intimidad para ganarse los favores, cómo cambian los tiempos, del honorable Jordi Pujol, el deseado, por no hablar de los arrumacos públicos, pronto convertidos en lanzas, entre el fiero nacionalista español y su otrora enemigo Xabier Arzallus.

¿Contorsiones, escorzos, cabriolas? Bello espectáculo aguarda: Rajoy en el Circo del Sol.