Rivera se ha olvidado de todas sus promesas electorales

Madrid

Han tenido que pasar dieciséis días desde las elecciones para que Mariano Rajoy le diera cita al líder del partido político con quien, en principio, debería tener más afinidad a la hora de pactar. Antes que Albert Rivera ha pasado incluso por el diván de Rajoy Esquerra Republicana de Catalunya con quien es obvio que no tiene ningún punto en común. Ha necesitado, pues, el presidente en funciones más de dos semanas para dar el paso y eso que dice que la investidura debe ser rápida y que no podemos entrar en el mes de agosto sin gobierno.

Y cuando lo ha recibido no le ha hecho ninguna propuesta concreta, ningún programa sobre el que negociar, esperando quizás, como hasta ahora, que las abstenciones o los votos a favor le caigan del cielo. Parece que Rajoy pide adhesión inquebrantable, por el interés general, por el bien de todos nosotros. Y hay que reconocer que hoy no le ha salido del todo mal, porque Albert Rivera ha salido de la reunión planteando la abstención, algo que negó durante la campaña electoral y ni siquiera ha cuestionado que Rajoy no le haya puesto sobre la mesa las cuestiones a negociar. Rivera se ha olvidado de todas sus promesas electorales. Dice él que por sentido de la responsabilidad.

Y Mariano Rajoy que va sin propuestas a las reuniones va elaborando propuestas para neutralizar la multa de Bruselas. Hoy de Guindos ha anunciado un aumento del impuesto de sociedades, también él se ha olvidado de lo dicho en campaña sobre los impuestos. No sabemos todavía lo que quiere el PP para España, lo que le ofrece a la oposición para conseguir su apoyo pero si sabemos las propuestas, lo que le ofrece a Bruselas. Todo muy coherente y muy tranquilizador.