Vacaciones: picaresca, abusos, fraudes… ¡Campo abonado para el engaño!

Madrid

Con este titular no pretende asustar ni dar a entender que las vacaciones son una campo de batalla en el que todo vale y en el que los consumidores estamos en medio de una selva llena de peligros. No. Pero tampoco es un escenario en el que no caben sorpresas, sustos, engaños... Las puede haber. En realidad, hay de todo.

Y no me refiero únicamente a los cajeros automáticos de los bancos y las comisiones que te pueden cobrar por sacar dinero en alguno que no es el de tu banco sino, "asociado". Cuidado siempre con la información que nos debe ofrecer el cajero.

Ni al apartamento fantasma que quizá te han alquilado o te han intentado alquilar cuando hiciste la primera intentona a través de internet y te has tropezado con el cibercaco de turno, encabezando la agencia de vacaciones "Alquiler-estafa". Nada como asegurarse bien de lo que estamos alquilando. Ojo cuando el arrendador no se identifica correctamente, que te pida más dinero del habitual por adelantado y no de forma "segura" y rastreable, cuando pone disculpas como que no puede enseñar más cosas de la casa a alguien porque está en el extranjero...

Tampoco hablo de apartamentos alquilados en todaregla pero cuyo interior deja muchoque desear... Toma buena nota, denuncia y reclama. Si puedes, antes. Menos servicios/camas/mobiliario, por ejemplo = menos dinero.

O el que te las prometía muy felices con la ubicación, "junto al mar", "a cinco minutos del centro", con "preciosas vistas", que nada tienen que ver con la realidad: junto al mar pero muy lejos de la playa más cercana, a unosminutos en coche y con vistas que se atisban en la lejanía... No te calles.

Y esa ración o plato, o bebida, que curiosamente se ha coladoen la factura del restaurante que hoy, ¡fíjate qué suerte!, has revisado al detalle... ¡Revísalas siempre! Por si acaso.

¿O que me dices de esos aperitivos que te cobran y no has pedido?¿O esas acedias que te venden como lenguado o esa pota que te venden como calamar?¿O ese pulpo que te venden como gallego pero que, en realidad, es de Marruecos? Paga por lo que has pedido, no por otras cosas...

Sin olvidar la factura que quizá te pueda llegar de la empresa de alquiler de coches por ese golpecito que tú no le has dado pero que quieren que pagues, que para eso tienen los datos de tu tarjeta de crédito... Vigila con cuidado los costes añadidos de la tarjeta unos meses después y reclama si no has producido los daños que te quieren "colar".

Sin dejar al margen esos tour operadores que quiebran en el justo momento de que miles de clientes empiezan las vacaciones, comohace unos días el caso de Low Cost Travel Group. Denuncia en Consumo, OMIC, asociación de consumidores, incluso la Policía o Guardia Civil.

Y los hoteles y sus "extras", o los horarios de comidas y cenas que no eran los pactados, o los menús infantiles, o la reiteración en los platos o comidas que sólo están en el inicio de los turnos, o la situación que no es lo que te dijeron, o incluso las estrellas... ¡Hay hojas de reclamaciones!

Y los vuelos con sorpresa en los que, al margen del enfado lógico, no debes olvidar tus derechos y reclamar, siempre reclamar: por retrasos, pérdida de maletas, vuelos cancelados. Tienes derecho a indemnizaciones, compensaciones. Incluso a pagarte daños morales. ¡Pero hay que reclamar y llevarlo hasta el final!

O esas operaciones bancarias que hacemos alegremente en cualquier lugar, en redes wifi poco fiables, y que algún hacker de los malos puede aprovechar para hacerte un agujero en tus cuentas...¡Nunca des las claves en esas operaciones en sitios poco seguros!

Y las bandas organizadas que perpetran sus fechorías en las zonas de parada de los turistas, aprovechando ese momento de relax, de bocata, de café en el bar de carretera a velocidad de vértigo... Mejor, nunca dejar cosas a la vista.

Felices vacaciones, pero ojito que "otros" no están precisamente de vacaciones...