A merced del coche fantástico
La conexión a Internet en los vehículos abre la posibilidad de un ciberataque
Un coche eléctrico de la compañía Tesla en Sparks, Nevada. / JAMES GLOVER (Reuters)
Madrid
En los últimos años, hemos visto cómo internet se ha ido haciendo con lo que nos rodea. La conectividad entre diferentes dispositivos para facilitar las tareas que realizamos es cada vez mayor. Siguiendo esta tendencia, uno de los sectores que mayor implementación tecnológica ha tenido es el automovilístico. Acceso al correo electrónico, navegar por Internet o incluso jugar en línea es posible desde el mismo coche. En los ochenta, El coche fantástico predijo hasta donde llegaría esta "relación".
Hace treinta años, los coches que por sí mismos te llevaban donde le pidiese o que pudieran mantener una conversación con el conductor eran parte de la ficción. Pero los "coches fantásticos" son ya una realidad. El sector automovilístico es uno de las industrias que mayor implementación tecnológica ha tenido en los últimos años. Pero no todo es tan bonito: esta ayuda que ofrece el coche abre la posibilidad de un ciberataque, una batalla digital librada dentro del vehículo.
La conexión a Internet es la puerta de entrada de estos ataques. Y cada vez es más común que los coches traigan de serie conectividad red. Ello implica que se generan muchos tipos de ofensivas: pueden llegar a controlar todo el vehículo, como las puertas, la velocidad, los frenos; pudiendo llegar a causar un desastre humano.
Hace dos años, dos investigadores españoles crearon un gadget capaz controlar los vehículos y que se puede instalar en menos de cinco minutos. Este tipo de dispositivos ponen de manifiesto las importantes carencias de seguridad que presentan los vehículos a medida que avanza la incorporación de tecnologías en los coches. Un reto, que por ahora, no ha echado el freno.
