El Festival de Venecia contrataca

Venecia

Este certamen representa el caso del enfermo eterno. Lleva muchos años con achaques – mala organización, ediciones flojas, ausencia de grandes nombres- pero que supera una y otra vez. En esta edición 73 el festival más veterano del mundo contraataca a los que deseaban su desaparición con una impresionante batería de estrellas de primera. Hoy arranca con el musical La La Land del director de Whiplash, con Ryan Gosling como protagonista y una catarata de estrellas como Mel Gibson, Natalie Portan interpretando a Jackie Kennedy, Denzel Washington en el remake de Los Siete Magníficos y la pareja de moda Michael Fassbender y Alicia Vikander son los protagonistas del romance The light between oceans.

El Festival de Venecia le saca los dientes al floreciente Toronto - que lleva años amenazando con borrarlo del mapa- con un combinado irresistible de cine de autor y glamour: Wim Wenders, Denis Villeneuve, Emir Kusturica, Tom Ford, Terrence Malick, Andrei Konchalovsky y Pablo Larraín son parte de los directores consagrados que presentan sus últimos trabajos y que aspiran a conseguir el León de Oro, un premio que mantiene su prestigio contra viento y marea. Por otra parte, el festival no se aísla de los dramas reales: esta noche se la cena de la gala inaugural en señal de duelo por las víctimas del terremoto de la semana pasada y en esta edición la policía ha aumentado el dispositivo de seguridad, y ha bloqueado las calles que rodean la sede con bloques de hormigón.

Venecia es la cuna del concepto de festival de cine tal y como lo conocemos. Se funda en 1932, bajo la bota del fascismo de Mussolini que lo utiliza como escaparate turístico y propagandístico. De hecho, al principio el máximo galardón era la Copa Mussolini. Desde 1932 – con sus suspensiones de la Guerra Mundial y otras situaciones de crisis- este certamen ha atravesado diversas mutaciones. Cannes le tomó la delantera como respuesta a su manipulación política, pero desde 1949 se instaura el León de Oro y se convierte en un festival en el que el cine es el protagonista absoluto.

Cine español: Raúl Arévalo y Javier Cámara

Ninguna película española forma parte de las 20 elegidas para ganar el León de Oro o entrar en el palmarés principal. Desde 2010, cuando Álex de la Iglesia ganó los premios a mejor dirección y guion por Balada Triste de Trompeta nuestros cineastas no han vuelto a competir en la sección central.

Sin embargo, este viernes el actor Raúl Arévalo presenta y compite en la sección paralela Horizontes su opera prima como director Tarde para la Ira, un thriller callejero protagonizado por Luis Callejo y Antonio de la Torre. El actor Javier Cámara no compite, pero particpa en una de las producciones más esperadas: la serie del director Italiano Paolo Sorrentino The Young Pope, protagonizada por Jude Law en el papel de un Papa americano donde Cámara interpreta a un sacerdote español del Vaticano.

En cambio, el cine de Latino América va ganando importancia y prestigio en Venecia. El año pasado el director venezolado consiguió el primer León de oro latinoamericano por su película Desde Allá. En esta edición cuatro largometrajes de directores de ese continen aspiran al gran premio: son el mexicano Amat Escalante, los chilenos Pablo Larraín y Christopher Murray, y los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat.