Supervivencia
La negativa radical de Sánchez al PP le ha enfrentado con muchísima gente, también del Partido Socialista, pero a cambio se ha homologado ante su militancia
Palmeras Salvajes: 'Supervivencia'
02:21
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1472712515_456479/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
El ‘no’ del PSOE a Mariano Rajoy no me sorprende. De hecho, si el PP le propone al PSOE ejecutar su propio programa de gobierno, seguro que se ganaba el ‘no’. Qué impactante me parece el papel de Pedro Sánchez en todo esto.
El 20 de diciembre, cuando se conocieron los resultados, Sánchez se encerró en su despacho con los más cercanos. Entonces le empezaron a filtrar las llamadas relevantes. La primera fue de Felipe González, que cumplía el protocolo de felicitarle por su trabajo, y además le dijo que, visto el mapa del Hemiciclo, lo más inteligente era dejar gobernar al PP. Minutos más tarde habló con Alfredo Pérez Rubalcaba que le dijo, sin conocer la llamada de Felipe, que no se podía gobernar un Parlamento de 350 diputados con 90 y el apoyo de Podemos. Han pasado nueve meses. Y, paradójicamente, la negativa radical de Sánchez al PP le ha enfrentado con muchísima gente, también del Partido Socialista, pero a cambio se ha homologado ante su militancia.
Yo no creo que lo haga por el país o por el PSOE, yo creo que lo está haciendo todo por su supervivencia. Pero a veces los objetivos mezquinos salvan partidos políticos, o al menos los legitiman. Del mismo modo que las buenas intenciones, también en este caso, pueden acabar de hundirlos.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...