Rajoy no entendió todo el "no"

Madrid

O es una provocación o definitivamente hay algo que no acaban de entender del mundo en el que viven. Tanto Rajoy como Guindos quitan importancia a la propuesta de enviar al Banco Mundial a un ministro español que tuvo que dejar su puesto por mentir y por tener sociedades en paraísos fiscales. Dice Rajoy que José Manuel Soria tiene todo el derecho a reincorporarse a su puesto como funcionario tras dejar la política. Nadie lo pone en duda. Lo que se pone en duda es que 5 meses después de tener que dejar la vida pública de esa manera, sea funcionario idóneo para representar a España en un organismo internacional, en un puesto de libre designación.

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Que se comunique justo al terminar el debate de investidura para el que habían firmado un pacto de regeneración democrática con Ciudadanos, es solo una cuestión de plazos, dicen. Y a continuación insisten en que los demás deben votar a Rajoy por responsabilidad para que continúe siendo presidente y enviando ministros a París o a Washington, ministros dimitidos. Produce tanto cansancio este cinismo que sólo se explica porque Rajoy parece un político al que se le ha pasado el momento, un prejubilado que todavía viaja en coche oficial. Aunque él dirá para sus adentros que muchos llevan enterrándolo políticamente desde el 2008 y ahí está, presidente en funciones con el rechazo de la mayoría absoluta de la cámara. Y mandando a sus amigos a representar a España, aunque la noticia en los medios internacionales sea que va al Banco Mundial un ministro cesado por los papeles de Panamá. El código ético del Banco Mundial exige a sus directivos en su punto 10 que eviten estar bajo influencias impropias en sus negocios que puedan avergonzar a la institución.

Dijo Rajoy el martes pasado que había entendido todas las partes del “no” que le daba la cámara. Pues se ve que no. Que no lo ha entendido y sigue actuando, y tenemos que temernos que seguirá actuando, como si tanto las urnas como el Congreso le hubieran dado un “sí” por mayoría absoluta.