Nervios y desvergüenza

Madrid

Antes de dar por hechas definitivamente unas terceras elecciones, aún falta una partida, y baraja Sánchez. Su irreductibilidad en el no a Rajoy le ha aureolada como héroe ante la militancia, pero él sabe que no se puede ir a unos comicios abrazado a un no, como un santo lábaro, sin nada más que ofrecer.

Un responsable político no es nada si no tiene una propuesta. De modo que ha dejado caer de forma algo oblicua que va a sondear las posibilidades de un acuerdo con las llamadas fuerzas del cambio, desde Ciudadanos a Podemos y a sus confluencias, sin que se sepa si se incluye también a los partidos nacionalistas. Un conjunto heterogéneo con antagonismos tan radicales que es inverosímil que pueda prosperar.

Pero la simple insinuación ha alborotado a todos los demonios familiares del PSOE. Los cuchillos, provisionalmente guardados en el cajón, están siendo afilados a toda prisa. Y nos tememos que el PSOE no vaya a esperar al próximo comité federal y al próximo congreso para empezar a despedazarse.

Mientras, el PP se frota las manos, más descarado cada día en su impunidad como lo demuestra el caso Soria. Una prueba más de que los populares, a los que ningún principio aparta nunca de sus intereses, o no han entendido qué les pasa o se burlan de nosotros.

Escucha aquí la firma de Iñaki Gabilondo en Hoy por Hoy

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