Raúl Arévalo: "La película me ha servido para entender más a los actores"

Madrid

Este viernes se estrena Tarde para la ira, la película debut de Raúl Arévalo como director. La cinta llega a la cartelera tras cosechar muy buenas críticas en el Festival de Venecia. Arévalo y Antonio de la Torre, protagonista del filme, han estado en Hoy por hoy con Gemma Nierga para presentar este trabajo.

Arévalo, que tiene veintiséis títulos cinematográficos como intérprete en su currículo, ha confesado que cree que con esta cinta ha empatizado mejor con los actores: "Me ha servido para entenderlos mejor". Entre ellos está Antonio de la Torre, con él trabajó por primera vez en Azul oscuro casi negro, de Daniel Sánchez Arévalo, en 2006. "No concibo mis diez últimos años sin él", ha confesado el director novel.

Curro, el personaje que interpreta de la Torre, ha pasado ocho años en prisión por el robo en una joyería. Cuando sale intenta rehacer su vida, pero debido a una situación inesperada se dará cuenta de que no es tan fácil y acabará sacando el odio, la ira y la rabia que ha guardado durante todo el tiempo que estuvo en prisión. Su personaje, según el actor, "es un hombre normal, que prácticamente no usó la violencia en su vida, y de repente se enfrenta a un hecho terrible que le cambia".

La película, que compite en el Festival de Venecia en la sección Horizontes, ha sido alabada por la crítica y la prensa encargada de cubrir la Mostra. Estuvieron aplaudiendo ocho minutos tras la proyección, durante los créditos finales. "Esta reacción no la esperábamos. Me pareció desmesurada, pero a la vez es una sensación maravillosa, muy bonita", ha señalado Arévalo.

El director también se mostró sorprendido por las reacciones que la película provocó, ya que los que pudieron asistir a la proyección destacaron los puntos que más dificultad entrañaron durante el rodaje y el montaje: "Destacaban la hiperrealidad, lo castizo, que lo veían muy exótico. Y me sorprendió que a algunos les parecía que retrataba muy bien la crispación que se vive hoy en día en España". Una percepción errónea porque, ha asegurado, no era lo que buscaba transmitir.

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Arévalo se ha mostrado contento también por haber logrado realizar la película con los actores que tenía en mente desde el principio, porque a veces, a la hora de pedir financiación, las productoras exigen como requisito que actúen ciertas caras, guapas y televisivas: "Al final he conseguido hacerla como quería, gracias a La Canica Films y a TVE que me han apoyado hasta que lo he conseguido".

Anécdotas del rodaje

De la Torre ha recordado un momento de la filmación en el que el director lo llevó al límite: "Me dio de beber una mezcla que era el elixir de Satán. Y me decía que aguantase y que no se me notase. Y me coge por la barbilla y me empieza a meter tortas. Entonces gritó acción y noté por debajo un calor. Y veo que me está quemando el pantalón con un mechero". Le dio, ha detallado Arévalo, chile habanero que se trajo de México. Este episodio tuvo lugar para rodar la secuencia en la que aparece con Monolo Solo, cuando el personaje de Curro duda lo que hacer. Aunque al final no ha sido incluida en el metraje.